Cirugía laparoscópica: la innovadora solución a la obesidad severa o mórbida

Ya sabemos que la cirugía laparoscópica es una de las intervenciones quirúrgicas más modernas, efectivas e innovadoras en la actualidad, esto principalmente a sus características particulares que la han convertido, para muchos, en el método quirúrgico ideal ya que es un procedimiento mínimamente invasivo, con riesgos mínimos, de bajo impacto físico y psicológico y cuyos tiempos de operación y recuperación son muy inferiores a los de cualquier otro método.

Asimismo, sabemos que este tipo de intervención quirúrgica es considerada en la actualidad como uno de los métodos de tratamiento de obesidad mórbida o severa más seguros, eficaces y confiables.

¿Qué es la obesidad mórbida o severa?

Podemos hablar de obesidad mórbida o severa cuando el peso de la grasa acumulada en el cuerpo ha alcanzado un nivel extraordinario que implica un alto riesgo para la vida de la persona. En cuestiones numéricas, cuando una persona llega a tener un índice de masa corporal (IMC) superior a 40 kg/m2, cuando presenta un sobrepeso de 45 kg o más se considera obesidad mórbida o cuando su peso es superior a su peso ideal en un 100%, dependiendo de las características físicas de la persona.

Cabe mencionar que la importancia de evitar este tipo de padecimiento es grande ya que se trata de una condición que suele estar asociada con muchas otras patologías como diabetes, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, insuficiencia cardíaca y respiratoria, varices, artrosis, problemas psicológicos como depresión y baja autoestima, entre otros.

En la actualidad, la obesidad es una de las enfermedades más comunes entre la población mexicana y una de las principales causas de otros padecimientos, de un mal estilo de vida e incluso de muerte.

¿Cuáles son las causas de este padecimiento?

No existe una causa específica para la obesidad mórbida, pero hay diversos factores que intervienen como el nivel de energía almacenada del cuerpo, metabolismo lento, bajo consumo energético, ingestión calórica excesiva, pre condicionamiento genético y otros factores.

Básicamente, se puede decir, que este padecimiento es una combinación de aspectos genéticos, orgánicos, psicológicos, sociales, ambientales y culturales que al interactuar dan como resultado este complejo problema que, cabe mencionar, no se trata simplemente de una falta de autocontrol del paciente.

¿Qué opciones de tratamiento hay?

Desde hace décadas se han explorado diferentes tipos de tratamiento médico para este padecimiento. La investigación fue ardua y constante, razón por la que a inicios de la década de 1990 la National Institutes of Health Conference, Conferencia Nacional de los Institutos para la Salud llegó a la conclusión que los métodos no quirúrgicos de cualquier tipo no ofrecían resultados satisfactorios.

Por lo tanto, la opción ideal para tratar la obesidad mórbida solo se puede encontrar en los tratamientos quirúrgicos, específicamente en la cirugía laparoscópica.

¿En qué circunstancias se sugiere esta intervención?

Siempre que se ha alcanzado un estado de obesidad mórbida se sugiere someterse a una intervención quirúrgica de este tipo, ya que los tratamientos dietéticos, farmacológicos y psicológicos tienen una alta probabilidad de ser insuficientes e inefectivos, por lo que esta operación es la única que garantiza un buen resultado.

¿En qué consiste el procedimiento?

Como en cualquier otro procedimiento en el que se utiliza esta técnica, se trabaja a través de pequeños orificios de 12 mm o menos por donde se introducen la cámara y el instrumental necesario para realizar los cortes, disecciones y suturas. Es importante tener en cuenta que se puede realizar una técnica diferente para cada paciente, dependiendo de su caso particular, lo cual se determina mediante los estudios previos a la intervención.

Desde luego, el cirujano debe contar con una excelente especialización técnica, la clínica debe contar con el equipo adecuado y las condiciones necesarias para que se lleve a cabo el procedimiento bajo las mejores condiciones.

¿Qué beneficios ofrece este tratamiento?

Debido al carácter mínimamente invasivo de la cirugía laparoscópica, el dolor y las molestias postoperatorios son mínimos, a veces inexistentes, la movilidad del paciente es mayor, prácticamente se evita la aparición de trombosis, embolias, infecciones y otras complicaciones, se tiene una mejor dinámica respiratoria y, en general, el proceso de recuperación es mucho más rápido y cómodo.

¿Cómo es el proceso general de la intervención?

En primer lugar, se realizan pruebas preoperatorias para conocer el estado de salud del paciente y elegir la técnica más efectiva para el tratamiento de su caso particular. Se asigna una dieta específica que el paciente debe consumir el día anterior al procedimiento, se indica si debe tomar o dejar de tomar algún medicamento y se dan otras indicaciones generales.

El día de la intervención, el paciente debe permanecer en ayunas, el procedimiento tiene una duración de entre una hora y dos horas y media, dependiendo de la técnica empleada, esto sin considerar los procesos de preparación del paciente y su salida del quirófano.

Después de la intervención, el paciente debe permanecer bajo observación, la ingesta de alimentos se inicia hasta el tercer día se iniciará la ingesta y si los resultados son los esperados, al cuarto o quinto día se da de alta a la persona. Durante los primeros 15 días se lleva una dieta líquida con complementos nutricionales y después de la primera revisión se determina si el paciente puede comenzar a consumir alimentos sólidos. Durante el primer año se llevan a cabo varias revisiones para dar seguimiento al progreso obtenido.

¿Está garantizado el adelgazamiento?

Con la técnica adecuada es posible garantizar un adelgazamiento a largo plazo, principalmente cuando se realiza una intervención de bypass gástrico, pues esta técnica es la que más resultados positivos ha ofrecido estadísticamente y una de las que se realiza con mayor frecuencia mediante cirugía laparoscópica, aunque hay otras técnicas que también se pueden emplear.

¿En qué consiste el bypass gástrico?

De manera simple, consiste en reducir el tamaño del estómago para que el paciente tenga un órgano pequeño, pero funcional, con una salida muy estrecha y una derivación de una parte del intestino. Este procedimiento implica, por lo tanto, una reducción notable en la cantidad de alimento que la persona puede comer y una ligera reducción en la capacidad de absorción de los alimentos debido a la derivación que se hace del intestino.

¿Qué consecuencias tiene el bypass gástrico?

Principalmente se garantiza un proceso efectivo y notable de adelgazamiento, reducción de ingesta de alimentos, únicamente la absorción necesaria de energía y un mejor estilo de vida. En contraparte, es posible que el paciente requiera suplementos alimenticios para completar su proceso de nutrición.

¿Hay casos en los que esta intervención no es posible?

Si, en casos extraordinarios, principalmente cuando se presentan problemas para visualizar o manejar los órganos de manera adecuada y precisa mediante la laparoscopia. En estos casos, la alternativa es realizar una intervención quirúrgica tradicional.

¿Existen riesgos al someterse a una intervención mediante laparoscopia?

Al igual que sucede con cualquier intervención de este tipo, existen riesgos, pero en realidad la gran mayoría de pacientes presentan pocas complicaciones o ninguna, su proceso de recuperación es rápido y regresan a sus actividades cotidianas en un corto periodo (una vez que el médico lo autoriza).

¿Cuánto peso es posible perder después de la operación?

El peso se pierde de manera progresiva y gradual, por lo que es fundamental ser paciente durante el proceso de adelgazamiento. En general, dependiendo del caso, es posible que después de año y medio o dos se haya perdido hasta el 75% del sobrepeso presente y en algunos casos, con un buen proceso de recuperación y adaptación es posible incluso llegar al peso ideal.

¿Es posible requerir otra intervención?

Si el proceso se lleva a cabo de manera adecuada y los resultados son positivos, no se requiere otra intervención similar o con el mismo objetivo. No obstante, es común requerir un tratamiento quirúrgico para retirar la piel sobrante, ya que al perder peso, la piel no se ajusta al cuerpo y en varias partes del cuerpo, sobre todo el abdomen, habrá piel sobrante.

Para solucionar este inconveniente, se requiere acudir con un cirujano plástico especializado para llevar a cabo el procedimiento específico para cada zona del cuerpo y retirar la piel sobrante.