En 1922 un industrial catalán, Simeón Rabasa Singla, apoyado por su familia abre las puertas de una fábrica de bicicletas, más correcto sería decir taller, en la población de Mollet del Vallés, cercana a Barcelona, para el montaje y reparación de estos velocípedos. En la región ya existían otras fábricas de bicicletas, como Montpeó y Sanromá. Por lo tanto, Simeón Rabasa entraba en la incipiente industria del ciclo en España, que por otra parte y aunque tarde, ya había comenzado a fabricar motocicletas. Ante la demanda, decidió ampliar las actividades pasando a fabricar sus propios cuadros para así llegar a 1944 en que la empresa se reorganiza transformándose en «Bicicletas Rabasa», a partir de este momento y como consecuencia de la calidad de los cuadros de bicicleta que desde hacía años venía fabricando, puede considerarse que arrancan las actividades motorísticas del Sr. Rabasa, primero al recibir un pedido para la fabricación de cuadros con destino a uno de los primeros constructores de motocicletas de la posguerra en España, y posteriormente en 1948, al complementar dicha actividad con la fabricación de horquillas telescópicas y algunas otras partes y componentes para estos vehículos.
En 1949, Simeón Rabasa, viendo el auge que estaba tomando el uso de la motocicleta , y que en pocos años las fábricas de motocicletas habían aumentado de dos a siete, decidió dar un paso realmente importante: en el futuro la compañía se dedicará en exclusivo a la construcción de sus propias motocicletas.
La consecuencia inmediata de esta decisión es la aparición en 1950 de su primera motocicleta, más exactamente su velomotor, bajo la marca «S.R.S.», anagrama formado por las iniciales del nombre y apellidos de su ‘fundador y propietario.
Este primer velomotor presentaba como característica principal la adopción de una horquilla telescópica como elemento de suspensión en su parte delantera, producida por la misma empresa, lo cual representaba un excelso refinamiento en su época para este tipo de vehículos.
Más tarde empezaron a fabricar la derbi cabeza de hormiga, por su peculiar forma que tenis el faro, cuentakilómetros, se hizo 98cc, 125cc, 250cc y una bicilindrica de 350cc. La mediana de 250cc de dos tiempos se le montaba usualmente un sidecar.
Después muuuuucho más tarde Derbi hizo otra tentativa en 1982 con una “moderna” moto de 250cc, bicilindrica. Llega el año 1.965 en el que entra en vigor la nueva legislación española sobre ciclomotores que obliga, para considerarlos como tales, a que posean pedales practicables y no superen en llano los 40 Km/h. Es el año en el que nace la mítica Derbi Antorcha 49 de la que se fabricarían más de 50.000 unidades y a finales de año aparece la Antorcha 74 con el objetivo de aumentar la gama y el volumen sin subir mucho el coste.
Transcurre el año 1.969 y la producción se sitúa en 140 unidades/día con una plantilla de empleados 450. Se inician exportaciones a Francia, Marruecos, Bélgica, Alemania, Suiza, Inglaterra, USA, Holanda, Australia, Suecia, Dinamarca, Argelia, Thailandia y Guatemala. A partir de aquí, y hasta 1.977 que aparecerá el ciclomotor Derbi Variant, se concentrarán esfuerzos en evoluciones estéticas de detalles y de equipamiento. Aparecerán también durante este año la Derbi Antorcha Super 49, que sustituirá a la Antorcha y tras ella una larga lista de variantes de este modelo.