Durante un proceso de divorcio, especialmente si se atraviesa un proceso contencioso, las emociones suelen llevar a cometer errores que con el tiempo pueden suponer una diferencia importante en tu nivel de vida.
Si tu exmujer es la que ha decidido dejar la relación es lógico que tengas ciertos momentos en los que sientas cierto grado de tristeza o enfado hacia esa persona. Esa reacción es normal pero no debes permitir que dichas emociones rijan tus acciones o tu comportamiento.
Cuando se atraviesa un proceso de divorcio, aunque resulte muy difícil de llevar a cabo, es importante poseer un control emocional muy elevado. En estos procesos suele haber intereses económicos y en muchos casos custodias que pueden influir enormemente en tu calidad de vida y la de tus hijos a muy largo plazo. Dejar de sentir y empezar a pensar no solo es recomendable sino absolutamente necesario.
Busca el asesoramiento adecuado
El primer paso debe ser siempre consultar con un buen abogado que te transmita confianza y seguridad. Incluso si podéis llegar a un acuerdo y evitar los tribunales, que es lo más recomendable, siempre debes asesorarte adecuadamente. Debes reflexionar de una manera pausada y decidir con claridad, junto con tu abogado, qué términos económicos vas a aceptar y en caso de que haya hijos en común el tiempo que pasará con cada padre.
Estas decisiones debes tomarlas con frialdad, un buen asesoramiento y con un criterio basado en la lógica, nunca hagas nada por intentar causar daño a la otra persona. Dejarse llevar por las emociones siempre causa daño a todas las partes, especialmente a los hijos, que acaban convirtiéndose en peones de un juego enfermizo en el que no merecen estar.
Cuando tu exmujer está dispuesta a negociar
Si tu exmujer está dispuesta a negociar lo más recomendable siempre es intentarlo, de hecho un porcentaje muy bajo de los divorcios acaban en un proceso contencioso. En la inmensa mayoría de los casos donde las dos partes son razonables se llega a un acuerdo antes de acudir a los tribunales. Aunque sea un proceso difícil tampoco debes aceptar nada por debajo de lo que deseas si es razonable.
Muchas personas desean acabar tan rápido con la situación que al final dejan al azar cuestiones muy importantes. Es fundamental que el abogado, tanto si te representa a ti o a las dos partes, redacte un convenio regulador lo más explícito y claro posible, donde no haya lugar a la interpretación en temas fundamentales como puede ser el tiempo que cada padre pasa con los niños o hacer referencia a los gastos extraordinarios.
Si os resulta difícil llegar a acuerdos puedes plantear emplear la figura del mediador familiar. Lo más importante es tener claro tus objetivos con respecto al divorcio e intentar evitar un proceso contencioso debido principalmente al gasto económico y emocional que ello supone.
Si llega el momento que no hay otra opción que acudir a los tribunales intenta no ser el hostigador de situaciones que puedan abrir heridas que impidan llegar a tener una comunicación fluida en el futuro con respecto a los niños. El primer objetivo siempre debe ser que los niños atraviesen la situación de la mejor manera posible y ver a dos padres enfrentados o que no se comunican entre ellos desde luego no lo es.
Divorciarse de una pareja tóxica
Si tu exmujer es una persona tóxica sencillamente debes olvidar cualquier posibilidad de acuerdo y aceptar tu situación con realismo y sensatez. En general la persona tóxica no tendrá ningún problema en usar a los hijos para hacerte daño e intentar usar los tribunales como un teatro en el que hará el papel de víctima inocente ante un malvado ser que llevó a cabo las más terribles fechorías.
Si ese es tu caso debes estar preparado emocionalmente para cualquier acusación por terrible que ahora te parezca y lo más importante, nunca validar con tu compartimiento o expresiones ninguna de esas acusaciones. Todos cometemos errores durante las relaciones pero ante una acusación falsa mucha gente pierde los nervios.
Eso es algo que no te puedes permitir, debes entender que ese modo de proceder no es nada personal contra ti, esa persona simplemente actúa así en estos casos y tú simplemente tuviste el infortunio de cruzarte en su camino. Cualquier error que cometas o cualquier debilidad que demuestres puedes estar seguro que será usado en tu contra. Si esa persona es realmente tóxica cualquier intento de diálogo o acuerdo resultará fallido.
Debes aceptar que tú no puedes hacer nada salvo mantener la calma y nunca responder a los ataques personales con otro ataque ni demostrando algún tipo de emoción. En estos casos lo más recomendable es mantener cualquier conversación por correo electrónico a fin de poder medir bien tus palabras antes de responder a las provocaciones.
Debes mantener la calma en todo momento y no alimentar el ego incontrolable de la otra persona demostrando algún tipo de emoción. Recuerda que si demuestras emociones, aunque sean negativas, le estarás dando poder y sentirá que aún hay un lazo emocional entre vosotros.
Aunque parezca surrealista ese tipo de individuos prefieren el odio a la indiferencia. Si le hablas con tranquilidad y sin demostrar emociones tarde o temprano se cansará de ti porque no le estás aportando nada y te resultará más fácil superar esa terrible experiencia que con toda seguridad fue la relación y posterior separación de esa persona.