El compromiso irracional está en todos lados, ¿recuerdas esa vez que estabas a mitad de una película muy aburrida, pero por alguna razón la terminaste de ver? ¿O cuando te forzaste a terminar esas papas fritas aunque ya estabas lleno?
Si estos escenarios te suenan familiares, has sido víctima del compromiso irracional. Este término de finanzas explica por qué la gente se queda atrapada en relaciones sin amor durante años y años.
“Hemos pasado por muchas cosas juntos”
Después de un tiempo de tener una relación con alguien, te encuentras insatisfecho. Todos tus amigos te dicen que dejes a tu pareja, que ya no vale la pena. Pero tú sientes que las cosas aún pueden funcionar, aunque muy en el fondo sabes que te estás mintiendo.
Este fenómeno es conocido en el mundo de las finanzas como “compromiso irracional” o, en términos más técnicos, “trampa de costo hundido”. Se define como la tendencia ilógica de la gente a continuar haciendo cosas, aunque no cumplan sus expectativas, sólo porque ya invirtieron tiempo o dinero en la actividad.
Por eso, mientras más tiempo o recursos hayas invertido en un relación, por muy mala que ésta sea, te será más difícil dejarla. Piénsalo como estar formado en una fila enorme para comprar una torta de chilaquiles. Mientras más tiempo estás formado y más avanzas, es más difícil que te decidas salir de la “cola”. Lo mismo pasa con las relaciones, la única diferencia es que sigues formado siempre y la torta de chilaquiles nunca llega.
¿Por qué nos quedamos en relaciones sin amor?
Tu cerebro está programado para jugar a la segura. Tus recursos emocionales y económicos son limitados, así que no los puedes andar tirando. Además, si abandonas la relación significa que le dejaste de “a gratis” todo lo que has invertido en esa persona. Así que mejor aplicas el dicho “más vale malo por conocido que bueno por conocer”.
Aunque existen muchos factores en la vida de pareja, el compromiso irracional es uno de los más fuertes. Así que tiendes justificar tu relación a través de los hijos, negocios, propiedades etc. La típica frase de “estamos juntos por los niños” es muy común. El riesgo con este tipo de relación es que tanto tú como tu pareja se frustrarán cada vez más por no obtener lo que quieren. Esto puede llevarlos a violencia doméstica o abusos psicológicos.
Todo esto suena muy deprimente, pero no te preocupes, hay formas de evitar caer en este tipo de compromisos irracionales.
Cómo no caer en la trampa del compromiso irracional
En su estudio de 1976, “Enterrado en el barro”, Barry M. Staw describió por primera vez este comportamiento. Así como lo dice el título, estar en una relación donde has invertido mucho se siente como estar hundido en lodo.
El estudio da algunos consejos para que te sea mas fácil salir adelante:
Estar comprometido a las consecuencias
Todo lo que sube tiene que bajar, y toda relación terminará algún día. Aunque no te guste pensarlo, esa es la realidad. Es fácil pensar que tu relación es extraordinaria y que esas cosas no te afectan, pero lo más seguro es que sólo te estés ilusionando. Lo mejor que puedes hacer es aceptar que algún día ambos irán por caminos separados, así que disfruten el tiempo juntos, tal vez cuando llegue la hora de separarse las cosas no sean tan complicadas.
Aceptar tu cachito de responsabilidad
Ya lo decían las mamás “una relación es de dos”. En la mayor parte de tu historia amorosa nadie ha sido el “bueno” o el “malo” siempre; ambos son humanos y han cometido errores. Ante todo problema que se presente, es sano asumir que al menos un 1% lo causaste tú. Esto no es un tema de echar culpas sino de evitar sentirse la víctima o el victimario. Estas actitudes hacen difícil que puedas dejar una relación hundida.
Escucha a la gente a tu alrededor
Es cierto que hay mucha gente envidiosa en el mundo, pero también hay gente a la que le importas. Si todos tus amigos, familia y conocidos ya te dijeron que esa persona no te conviene, lo mejor es dejar de dar justificaciones y confiar en ellos. Siempre y cuando sea gente que piense en tu bienestar, lo más seguro es que estén en lo correcto.
A veces tenemos miedo de aceptar que nos hemos quivocado, la gente puede ser muy dura al restregar nuestros errores en la cara. Pero hay que recordar que la gente que ha sido más exitosa en la vida es aquella que han cometido y aprendido de sus errores. Einstein dijo alguna vez que la definición de locura era hacer lo mismo una y otra vez, y esperar resultados diferentes.