Consejos para tener éxito en la universidad

Para ayudarte a obtener buenas notas, te ofrecemos unas recomendaciones que te ayudarán a lograr buenos resultados en tus estudios.

Si estás comenzando la universidad, te invitamos a conocer una serie de recomendaciones que te ayudarán a organizarte y a dar tus primeros pasos de manera más segura. Es que en la universidad es normal que nos sintamos frustrados por no ser capaces de lograr las buenas notas que quisiéramos. La mayoría de las veces la razón de nuestro bajo rendimiento (pese a un gran esfuerzo) se debe a que no administramos bien nuestro tiempo ante la gran cantidad de trabajo que nos piden, la cual puede muchas veces podrá parecernos excesiva cuando recién comenzamos, al punto de que en ocasiones pensaremos que no seremos capaces de acabar.

Llevar el material de estudios a todas partes

Eso es lo primero a recordar. Llevemos un libro de clase, una libreta o notas en el bolso. ¡Que no sintamos vergüenza por estudiar! Muchos estudiantes han realizado este ejercicio y de verdad funciona. Si salimos de paseo o a una fiesta, llevemos nuestra herramienta de estudio. Los buenos resultados se verán al final del semestre. Copiar fórmulas o léxico en papales pequeños y pegarlos en el guía del auto es otra buena idea. Al detenernos ante una luz roja, leemos y con los minutos lo memorizamos. Incluso, podríamos examinarnos y verificar si lo hemos recordado todo a la perfección en el próximo semáforo. También podemos hacer lo mismo en la pared frente al inodoro, o bien tener un librito.

No estudiar cantidad, sino calidad

La norma siempre ha sido la misma. Si se estudia por mucho rato, hay una gran probabilidad de que te agotes mentalmente y no logres ser productivo. Por eso es preferible estudiar por periodos cortos pero con mucha concentración y sin interrupciones.

Descansos

Al estudiar por más de 30 minutos, debemos tomarnos recesos de quince minutos por cada 50 transcurridos. De tal forma recargamos nuestros cerebros y podemos hacer alguna otra tarea más amena o relajada en esos cortos ratos de ocio.

Personalizar un área de estudios

Si es necesario, hay que encerrarse. Preferiblemente que sea en un espacio donde haya un escritorio; y si no, una mesa. Debemos recordar tener bolígrafos, papeles, lápices, una laptop, impresora, libros de referencia, enciclopedia, diccionarios; en fin, todo lo que sea una herramienta útil a la hora de estudiar para así no vernos en la necesidad de movernos a otro sitio y romper, de tal forma, la concentración. La práctica de decirle a las personas allegadas que no interrumpan a menos que sea una emergencia debe ser seguida en todo momento. Y, por supuesto, asegurarnos de que los teléfonos estén en modo silencioso.

La planificación: presente en todo momento

Hay que acostumbrarse a la organización y a seguir listas de prioridades. Si hay una asignación para una fecha más próxima que otra, lo mejor es realizar esa primero y después la que le sigue en orden de entrega. Es recomendable hacer lo mismo al momento de estudiar para exámenes. Si hay dos en una misma fecha o uno más difícil que otro pero que se llenará luego, la recomendación es la siguiente: “lo más fácil, primero; lo más difícil, después; aunque con más dedicación de tiempo”.

Regular nuestro nivel de autoexigencia

Es saludable aprender a no compararse con los compañeros. Cada cual busca hacer sus méritos para obtener buenos resultados. No podemos sentirnos abatidos o tristes por algo tan insignificante como ser parte del grupo con las notas más altas de la clase. Recordemos siempre que lo importante es pasar los cursos con una nota que refleje nuestro esfuerzo y dedicación; y cuando esto ocurra, ¡a celebrar!