El césped artificial decorativo gana puntos cada día y es muy frecuente verlo no solo en los domicilios particulares, sino también en áreas de descanso públicas e incluso en las zonas privadas de muchas comunidades de vecinos. Su mantenimiento sencillo y el ahorro que supone en agua y cuidados ha hecho que muchos apuesten por esta hierba que, además, ha mejorado mucho en los últimos tiempos.
Y si esto pasa con el césped artificial decorativo también sucede algo parecido con el césped deportivo. Cada vez está más claro que solo los clubes grandes pueden mantener campos de césped natural en buen estado. Los clubes modestos se encuentran con que no pueden mantener este tipo de hierba porque es muy caro tener a personal especializado para plantar aquella que se desprende tras cada partido y mantener el césped siempre impoluto.
Por eso, optan por el césped artificial ya que saben que la inversión inicial que van a tener que realizar quedará amortizada en muy poco tiempo y que sus jugadores podrán disputar los encuentros en una hierba en buen estado y no en barrizales con los que a menudo se encuentran durante el invierno los campos de tierra y polvo en los que se convierten en la estación seca.
Campos para todos los deportes
Las instalaciones deportivas públicas para otro tipo de deportes que se juegan en hierba también comienzan a apostar por la hierba artificial. No solo para las canchas de deporte, sino también con el césped artificial decorativo para sus áreas de descanso.
Son muchos los deportes que se pueden jugar sobre la hierba artificial y cada vez son más los jugadores que aceptan que este tipo de hierba es la mejor respuesta para poder tener instalaciones decentes y a precios que se puedan permitir pagar no solo las asociaciones, sino también los usuarios que quieren acudir a jugar al golf, por poner un ejemplo.
Deportes que dejarán de ser elitistas y polémicos
El golf es un ejemplo de un deporte que necesita grandes extensiones de terreno con hierba. Por eso, la instalación de campos de golf en zonas turísticas en las que hay mucha sequía no dejan de ser polémicas. Los altos costes de mantenimiento de este tipo de campos hacen del golf un deporte caro y elitista.
Pero la hierba artificial está abriendo la posibilidad de instalar campos de golf ecológicos y también mucho más económicos, abiertos a un mayor número de personas.