El sésamo

Las semillas son los embriones de las plantas y concentran todos los nutrientes que éstas precisan para crecer. La mayoría tienen un alto valor energético y son también una buena fuente de vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales. Hay semillas de cereales, legumbres y frutos secos que constituyen la base de la alimentación y luego hay semillas muy valoradas pero que se usan en menor cantidad que son por ejemplo las semillas de alfalfa, las semillas de girasol, las semillas de calabaza, las semillas de sésamo o las semillas de lino. Éstas últimas se consumen enteras o en polvo, solas o integradas en salsas, galletas, panes o pasteles.

Aunque no siempre estén presentes de manera habitual en nuestra alimentación, vale la pena hacer hincapié en la importancia de su valor nutricional ya que la mayoría cumplen con funciones medicinales que pueden aliviar, prevenir y curar algunas disfunciones del organismo.

Por ejemplo:

  • Las semillas de calabaza: cuidado y protección de la próstata.
  • Las semillas de lino: cuidado y protección del intestino y sus funciones.
  • Las semillas de sésamo: Fuente de calcio natural.

El sésamo es una de las semillas que deberíamos tener en cuenta por sus múltiples propiedades: Las semillas de la planta Sesamum indicum son muy ricas en ácidos grasos insaturados y proteínas de alto valor biológico. Constituyen un alimento que podríamos decir “concentrado de nutrientes” ya que son ricas en lecitina, vitaminas, calcio y oligoelementos. Lo podemos consumir entero tostando las semillas o en forma de pasta (tahín). También lo podemos usar crudo, pelado o sin pelar incorporándolo a todo tipo de recetas, ensaladas, guisos, panes, pasteles, pastas y otros postres.

El sésamo pelado contiene prácticamente los mismos nutrientes que el entero pero carece de la fibra que hay en la parte externa de las semillas.

Si compramos sésamo crudo lo podemos tostar ligeramente en casa en una sartén y añadirlo directamente como condimento al plato que hayamos preparado.

Consumir semillas de sésamo favorece el suministro de calcio, sobretodo en estados naturales como la menopausia en los que éste mineral se ve debilitado. Previene la osteoporosis. También durante el embarazo es muy ventajoso. En algunos casos además combate la astenia, el cansancio y la debilidad.

La ingesta de semillas de sésamo como complemento a una alimentación variada y equilibrada reforzará significativamente el aporte de nutrientes a nuestro organismo.