El Zoo de Luján

El contacto directo con los animales es el principal atractivo que ofrece el Zoológico de Luján. Este sitio es uno de los lugares preferidos por los argentinos y por los turistas que llegan a recorrer ciudades en este país del sur de América.

Más que un paseo recreativo, visitar el Zoológico de Luján es la posibilidad de acercarse a los animales que quisiéramos tener cerca, como un tigre u otras de las fieras de la selva. Este contacto se permite con la seguridad necesaria y con orientación de guías especializados.

El Zoológico ocupa un predio de 15 hectáreas donde sobresalen los con numerosos árboles, lo que le permite a los visitantes sentirse en un ambiente de contacto directo con la naturaleza. Una visita a este espacio de Luján representa un verdadero disfrute para la familia, una oportunidad para compartir.

El acercamiento de los animales a los humanos, es una labor que se trabaja desde el nacimiento de las especies, por lo que estos se acostumbran a su presencia. Desde luego, todo pasa por un proceso de amansamiento y acompañamiento para que los animales se familiaricen y no intenten agredir.

La historia del zoológico se remonta a 1994 cuando empezaron con pocas especies. En la actualidad cuentan con más de 50 ejemplares de leones africanos, 20 de tigres de Bengala, 12 de pumas, unos cincuenta monos sudamericanos de diferentes especies, dromedarios que se reproducen en el zoológico y elefantes provenientes de la isla de Sumatra.

Además de la visita a las diferentes especies de animales, en el zoológico se puede recorrer un museo de antiguos vehículos militares, maquinaria agrícola y del ferrocarril.

Es un espacio ideal para compartir en familia, donde además se puede disfrutar de una excelente parrilla típica argentina o compartir un picnic en cualquiera de las áreas diseñadas para este fin.