Esmaltes de uñas

El esmalte de uñas es un barniz que recubre las uñas con fines decorativos y de moda. Las uñas se pintan con esmalte para darles vida y color. Proporciona diseño y protección a las placas de las uñas. Está formulado con polímeros y otros componentes que proporcionan el color y la textura de la uña. Su formulación cubre las uñas y asegura una fijación duradera sin que se desprenda ni se rompa. La aplicación del esmalte de uñas limpia y decora las uñas con un brillo mate o brillante. Este proceso higiénico asegura una aplicación rutinaria fácil que tiene una fijación duradera en las uñas. Algunos esmaltes de uñas están formulados para que se sequen fácilmente, mientras que otros necesitan un poco de luz ultravioleta para curarse. A la hora de elegir el mejor esmalte de uñas, se puede optar por un esmalte normal, un esmalte con purpurina, un esmalte de gel o una manicura francesa. Se puede elegir el esmalte según el color de la piel. También puede ser según la temporada, la ocasión o las tendencias. El esmalte de uñas suele tener algunos efectos adversos en las pieles sensibles. Puede causar irritación de la piel o una reacción alérgica si no se conoce la formulación del producto. El uso excesivo de esmalte puede provocar fragilidad y sensibilidad en las uñas.

Seamos realistas: hay algo en una manicura de esmalte de gel de salón que es simplemente *el beso del chef*. ¡Es duradera! Es resistente a las astillas. Más brillante. Quiero decir, ¿necesito decir más? Suena muy bien, obviamente, pero hay un problema: el proceso de eliminación puede ser una mierda, y una vez que el esmalte se retira, las uñas pueden quedar secas y dañadas y necesitan desesperadamente un fortalecedor de uñas y un aceite para las cutículas. Así que me enamoré de algo nuevo: el esmalte de uñas de gel en casa. Básicamente, es la versión más fuerte, brillante y duradera del esmalte de uñas tradicional, pero sin todas las molestias y el dinero que puede suponer la manicura de gel en el salón de belleza. Además, como los esmaltes tienden a ser un poco más “débiles” que las fórmulas profesionales, también se pueden eliminar en casa con un quitaesmalte normal o un quitaesmalte de gel. Suena como un ganador, ¿verdad? Pues sí.