Guía para comprender la disfunción eréctil

En México, 55% de los hombres entre 18 y 70 años tiene algún grado de disfunción eréctil.

En 1995, existían más de 152 millones de hombres en todo el mundo que habían experimentado disfunción eréctil (DE). Para 2010, la cifra se acercaba a los 200 millones y para 2025 se calcula un total de 322 millones. Esto representa un aumento de casi 170 millones, secundario al incremento de la expectativa de vida.

Aunque cada vez existen menos tabúes acerca de este padecimiento, sí es importante que hombres y mujeres conozcan a detalle todos los aspectos involucrados en la DE. Por lo tanto, aquí te presentamos una pequeña guía con todo lo que necesitas saber.

¿Qué es la DE?

La impotencia sexual masculina o DE es la incapacidad persistente para conseguir o mantener una erección que permita una relación sexual satisfactoria. Es una enfermedad muy frecuente que puede afectar las relaciones con la pareja, la familia, así como con el entorno laboral y social. Existe una serie de factores de riesgo que la favorecen, tales como la diabetes, la hipertensión arterial, el consumo de tabaco y alcohol, la depresión, presentar niveles altos de colesterol y la ingesta de ciertos fármacos.

Las causas

La impotencia o DE se debe a causas de tipo:

  • Psicológicas.
  • Vasculares.
  • Neurológicas.
  • Hormonales.

Farmacológicas (existen varios medicamentos que tienen como efecto secundario disminuir la capacidad de tener una erección, como los fármacos para tratar la hipertensión, las enfermedades cardíacas y los trastornos psiquiátricos).

¿Cómo se diagnostica?

La maestra Irene Torices, terapeuta sexual y directora del Grupo Educativo Interdisciplinario de Sexualidad Humana y Atención a la Discapacidad, recomienda que el diagnóstico se haga a partir de la historia clínica y de una revisión médica completa. “Una entrevista con el afectado revela factores psicológicos involucrados en el trastorno de la erección. También es útil platicar con la pareja sexual para determinar dichas variables y obtener determinadas percepciones de la vida sexual desde otro punto de vista”, explica.

Con frecuencia, también se efectúa un análisis de sangre u orina para detectar si hay exceso de azúcar en el flujo sanguineo y, de esta manera, diagnosticar o descartar la diabetes. La experta recomienda medir los niveles de testosterona (la hormona sexual masculina), especialmente si la impotencia está asociada a la falta de deseo. En el caso de pacientes jóvenes con problemas específicos es necesario realizar pruebas más complejas como un examen físico, una medición-monitorización del pene durante la noche, la inyección de medicamentos en el órgano sexual masculino o la prueba de doppler.

El tratamiento

“La educación integral de la sexualidad forma parte de los derechos fundamentales del ser humano. El reconocimiento de los derechos sexuales se encuentra en proceso de evolución y es responsabilidad de los profesionales de la salud y la sexología. Es preciso difundirlos, favorecerlos y proporcionar el ejercicio de los mismos por parte de las y los consultantes. Por lo tanto, al promover la salud sexual, la sociedad está frente a una de las mejores inversiones que se pueden hacer”, comentó la especialista.

Muchos médicos sugieren que la elección de los tratamientos contra la impotencia o DE debe comenzar con la opción menos invasiva y subir poco a poco la intensidad. De una manera más concreta, lo podemos representar así: primero, el abandono de medicamentos; segundo, las psicoterapia y modificación de comportamientos; tercero, aparatos de vacío o fármacos; y cuarto, cirugía.

Alternativas

El sildenafil es una sustancia utilizada y estudiada por más de 10 años en todo el mundo, que ha demostrando su efectividad para solucionar el problema de DE, dando al hombre la capacidad y el derecho de tener una erección lo suficientemente duradera para tener una relación sexual satisfactoria, comentó el doctor César Erosa, director médico de Siegfried Rhein.

A pesar de los beneficios de esta sustancia activa, no toda la población tenía acceso a las opciones comerciales por su alto costo. Es por eso que a partir del mes de febrero quienes presentan DE contarán con una nueva alternativa para mejorar su vida sexual. El laboratorio suizo Siegfried Rhein presentó, en conferencia de prensa, un medicamento cuya sustancia activa es el sildenafil.

La atención a las disfunciones sexuales requiere de un proceso educativo, atención a las dificultades emocionales personales y/o de pareja, aunado a un programa psicoterapéutico estructurado que incluya el uso de fármacos para garantizar la continuidad del proceso de atención integral al consultante y a su pareja. Es por eso que se vuelve importante contar con opciones terapéuticas accesibles que brinden a los hombres calidad, eficacia y, sobre todo, la seguridad de una actividad sexual placentera.

Para finalizar, los especialistas subrayaron que la ayuda psicológica es recomendable en hombres menores de 40 años, ya que la causa del padecimiento suele ser mental. Incluso, muchos varones con impotencia por problemas físicos, necesitan ayuda psicológica para superar cuestiones de autoestima derivados de esta enfermedad.