¡Hora de romper tabúes! Hablemos de sexualidad

La sexualidad es un tema con muchas vertientes que va desde las preferencias sexuales y los métodos anticonceptivos, hasta la concepción y la pornografía, entre muchos otros. Sin embargo, a pesar de ser un tema que está presente a lo largo de nuestra vida, le seguimos teniendo miedo a mencionarlo, hablarlo en familia o en público.

¡Los niños sí deben saber del tema!

El tema de la sexualidad es algo tan natural que desde el inicio de nuestras vidas todos nacemos con algún sexo, esto nada tiene que ver con nuestra preferencia o identidad sexual, de la cual hablaremos más adelante.

Seguramente has notado que desde pequeños comenzamos a darnos cuenta de las diferencias sexuales que tenemos, y es común que surjan preguntas como ¿por que él tiene “eso” y yo no? O, ¿qué tiene esa niña encima?, refiriéndose a los senos. Preguntas que todos desde pequeños nos hacíamos y que en muchas ocasiones no recibimos la respuesta adecuada.

Veamos cada pregunta como una oportunidad para brindar información importante acerca del tema, y que se vuelva algo común, no un tema prohibido y que cause incomodidad.

“Los niños observan diferencias anatómicas. Además, los medios, la forma de vestir y comportarse de los adultos, hablan de sexualidad. No puede ser que padres, educadores y sanitarios guarden silencio, mientras el mercado habla continuamente de sexualidad” Félix López Sánchez, catedrático de la sexualidad en la universidad de Salamanca.

La adolescencia: una edad muy intensa

En esta etapa es donde nos volvemos más curiosos, tenemos una mayor percepción del mundo y por tal motivo de nuestra propia sexualidad. En las mujeres comienzan a aparecer los senos y llega la molesta menstruación; en los hombres comienza a aparecer vello y erecciones incontrolables.

Si de pequeños nos hacíamos preguntas, en esta edad buscamos profundizar más en los temas, y es muy importante que sepamos expresar nuestras inquietudes sobre la sexualidad. Debemos saber que cuestionarse de estos temas es algo normal y no tiene nada de malo.

Embarazos everywhere!

Por desgracia, las cifras no ayudan: México ocupa el primer lugar de embarazo en adolescentes de 15 a 19 años, y por cada 1000 adolescentes, hubo 77 embarazos; en algunos de los casos, las razones son porque creyeron que no podían embarazarse en su primera relación, porque no conocían los métodos anticonceptivos o porque “querían” embarazarse ante la presión de los roles sexuales tradicionales.

Todos debemos enseñar a los más morritos a decidir y aprender sobre los cambios en su cuerpo. La carencia de conocimiento de estos temas es lo que nos ha llevado a ser uno de los países con mayor número de embarazos adolescentes, además de tener un aumento del 30% en la transmisión de enfermedades o infecciones de transmisión sexual.

Tabúes del tema

Dentro de la sexualidad existen muchos tabúes que deben romperse, y van desde “si lo hago de pie no me embarazo”, “en mi familia el tema está prohibido”, hasta el “en la porno se ve más fácil”. Como nuevas generaciones es importante informarnos de los temas que nos causan curiosidad, buscar información en los libros o en páginas oficiales y ayudar a otros a aprender e informarse.

Al hablar de sexo, una encuesta de la UNAM indicó que 80% de los padres evita hablar del tema con los hijos y el otro 20% restante no le da el enfoque adecuado. ¿Entonces estamos perdidos?

La sexualidad es algo que todos llegamos a ejercer tarde o temprano, y por tal motivo es importante romper con los mitos, conocer nuestro cuerpo y saber todo a lo que nos enfrentamos.

La solución al problema

Solucionar esto puede ser algo muy sencillo: la respuesta está en establecer más programas de educación sexual en las escuelas y no sólo para los niños o adolescentes, sino que estos programas también tengan un enfoque hacia los padres, de manera que éstos puedan expresar el tema con los hijos.

Que se hable libremente de la sexualidad; ya sea de la preferencias sexuales o de la identidad sexual, de los embarazos, las relaciones sexuales, los métodos anticonceptivos o el aborto, todos estos temas tienen el mismo grado de importancia y no debemos de satanizarlos.

Es importante establecer un ambiente de diálogo en el cual se tomen decisiones con conocimiento de causa, cada uno de nosotros debe tener la libertad de decidir sobre su cuerpo, respetando el de los demás.