Entre el Hospital y la Plaza de San José, situado en los llamados tradicionalmente arquitos.
Uno de los bares mas antiguos de extramuros, reformado y con nueva dirección.
Su propietario es Esteban Martín, hostelero gaditano que además de disponer de este local tiene La Barrica y los establecimientos Woodstock de Paseo Marítimo y casco histórico.
Local pequeño, con barra que ocupa gran parte, grandes ventanales al exterior, bien iluminado, amplias puertas, …
Decoración moderna, con colores marrones, cremas y un papel decorativos de temática de cafés.
Su fuerte es la terraza, ubicada en la techumbre del edificio, y acondicionada con lonas para cortar el viento y las adversidades metereologicas.
- Abren para desayunos, comidas, meriendas y cenas.
- Amplia carta con platos tradicionales y básicos, con un guiño a la cocina casera.
- Precio bueno y servicio normal.
Platos que hemos probado:
Ensaladilla rusa:
Dos esferas de suave ensaladilla, con guisantes, zanahorias, … y una mahonesa amarilla característica, que nos recuerda un poco a la de Las Palomas (guardando las distancias).
Carne mechada:
Tapa de carne mecha, aunque nada del otro mundo, un clásico gaditano nunca muere. Como acompañamiento, un trozo de limón, para aliñar al gusto.
Lagrimitas de pollo en adobo:
Las modernas-clásicas que ahora vemos en cualquier lugar lagrimitas de pollo (cuando se ha visto un pollo llorar), en esta ocasión llevadas al más allá, e incorporando adobo (aunque un poco suave). De acompañamiento pimiento frito y mahonesa.
Pavía de merluza:
Otro clásico de la cocina gaditana, plato típico de baches. Freír y comer. Pimiento frito y mahonesa como acompañamientos musicales.
Resumen:
Un lugar en el camino donde tomar o picotear algo.