Danzas folklóricas argentinas: La Zamba

Si bien  se identifica mayormente  a Argentina con el tango, lo cierto es que esta danza tiene un origen orillero, gestado en ambas márgenes del Río de la Plata entre 1850 y 1890.

Pero el país en su interior, tiene unas formas folklóricas muy variadas desde las precolombinas hasta las originadas en las danzas europeas, a partir del descubrimiento de América llamadas mestizas o criollas. En Argentina, a diferencia de la mayoría de los países americanos, cada provincia tiene sus propias expresiones.

Cada zona del extenso territorio argentino, influida por el clima, la cultura, las comunidades extranjeras y el contexto social fueron formando danzas propias con coreografías propias y diversas.

El amor (espiritual o de pareja) es un tema recurrente que anima tanto las danzas rituales como las de salón y en las coreografías se percibe claramente este sentimiento expresado con el cuerpo.

La Zamba ( que no debe confundirse con el samba brasileño), mayormente aceptada como la máxima expresión de la nacionalidad, es una danza amatoria por excelencia y viene de la zamacueca (Lima, Perú) y de la Cueca Chilena. Su nombre fue tomado de la Zamba, antigua danza peruana, no así su coreografía que al acriollarse, incorpora el pañuelo que pasa a ser una extensión de la mano.

Esta danza de galanteo, de pareja suelta e independiente, es la más apasionada de las danzas argentinas por su representación del amor traducida en el asedio que lleva a cabo el varón con el pañuelo.

La indumentaria de las damas consiste en una falda larga y amplia, corpiño de bata bien ceñido hasta la cintura que termina en volado ancho. Mangas largas y amplias en la unión con el corpiño y estrechas en el antebrazo, zapatos de cuero con tacón no muy alto y peinado dividido en dos bandas de cabello recogido con dos trenazas o torzada baja sobre la nuca.

Los caballeros (de campaña) llevan botas altas acordenonadas en su parte inferior, colocadas encima del pantalón. Pantalón, camisa blanca o de color, faja de lana provinciana, puntas colgantes hasta medio muslo, sin cinto. Saco largo claro, abotonado bien arriba y abierto abajo. Poncho de verano al hombro. Sombrero panamá de alas anchas, copa baja y barbijo.

Argentina tiene una riquísima tradición folklórica y esta, es apenas una pequeña muestra.