En este post quiero destacar un tema que desde hace unos meses está en la mente de todos, según los acontecimientos que se van produciendo. Y es simplemente que las AFAS que nacieron hace unos veinte o treinta años como grupos de familiares, que se agrupaban para encontrar comprensión y facilitarse las cosas los unos a los otros ante un diagnóstico desconocido en ese momento, han evolucionado hacia otras cosas.
En los últimos años hemos visto que muchas de ellas se han convertido en auténticas prestadoras de servicios, gestionando Centros de Día y Residencias, y todo ello provocado por las muchas carencias de las administraciones en asumir esta necesidad de tener a las personas con demencia bien atendidas.
Muchas asociaciones han pasado de reivindicar a las administraciones servicios para los enfermos de Alzheimer a gestionarlos. Por supuesto, la gestión de estos centros por parte de nuestros compañeros/as ha supuesto un plus de calidad y de atención ya que con nuestra experiencia y saber, sabemos ofrecer lo mejor para nuestros enfermos.
Pero esto también significa más atención, más personal y más dinero y la problemática que tenemos es que no podemos competir en precio con las grandes empresas del sector puesto que los recortes que se van produciendo inexorablemente nos afectan mucho más que a otras organizaciones.
Personalmente creo que ha llegado el momento en que las AFAS hagamos una reflexión:
¿Debemos y podemos seguir reivindicando las necesidades de los enfermos y sus familias, si dependemos casi totalmente de las subvenciones de las administraciones?
¿Podemos y debemos seguir intentando atender a todas las familias con la problemática del Alzheimer de nuestro territorio dándoles un buen servicio si tenemos que dedicarnos a atender los Centros de Día, Residencias…?
Si la respuesta es SÍ a las dos preguntas ningún problema. Pero si es NO o a veces, debemos reflexionar sobre a quién dirigimos nuestras AFAS: si a los 20-30-40 usuarios de un Centro de Día o Residencia, que seguro tendrán una atención de mayor calidad, o a todas las personas que lo necesitan y puedan acudir a la Asociación, que seguro que serán muchas más.
Debemos plantearnos si mantenemos la filosofía y el sentido crítico de cuando nos creamos, manteniendo el sentido reivindicativo, o queremos ser una Asociación políticamente correcta para no ofender a la administración de turno y que no nos recorte su aportación.
Entiendo personalmente que nuestro sentido de ser debe volver a la reivindicación y a la ayuda directa a todas las personas afectadas por el Alzheimer, enfermos, cuidadores y familias.
La incidencia del Alzheimer va a más, cada vez hay más personas afectadas, por lo tanto como AFAS debemos abrirnos a la sociedad, ofrecer nuestra experiencia a la gente que lo necesite, eso debe ser lo prioritario, si además atendemos un servicio y lo hacemos bien, mejor.
Ahora más que nunca creemos necesaria una «Politica de Estado para el Alzheimer».
Texto escrito por Josep Gasulla (Secretario de CEAFA, vocal de la Federación Catalana y Vicepresidente Afa Terres de l´Ebre), publicado originalmente en el blog de la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer (CEAFA).