Diferentes acercamientos a las infecciones del pezón

La lactancia no debe doler. Si la madre sufre dolor en los pezones, el primer paso consiste en identificar la causa. Parece ser más frecuente que ocurra en las primeras semanas posparto, aunque también puede ocurrir tras tiempo de haber iniciado la lactancia. Precisa de una intervención rápida y adecuada porque puede ser un motivo de destete precoz.

Etiología del dolor de pezones.

Todas las descritas,  son causas tratables del amamantamiento doloroso:

  • La posición y colocación al pecho del bebe es la más frecuente, sobre todo las primeras semanas de la lactancia.
  • También debe evaluarse la succión del bebe, descartando la existencia del síndrome de confusión tetina-pezón, la lengua o frenillo corto (anquiloglosia), un reflejo hipertónico en lengua o mandíbulas o micrognatia.
  • Embarazo en curso, el aumento de sensibilidad en los pezones es a menudo el primer síntoma en los cambios hormonales derivados del embarazo.
  • Procesos inflamatorios o/y dermatológicos: eczema, dermatitis de origen alérgico, psoriasis.
  • Procesos circulatorios o de isquemia transitoria en los pezones (síndrome Raynaud); que provocan dolor más cambio de coloración propia del pezón, de forma bifásica o trifásica (blanco-azul-morado). Está asociado a cambios de temperatura y situaciones vasoconstrictoras.
  • Procesos infecciosos en los pezones. En estos casos puede estar indicado un tratamiento médico, y deben evaluarse a la madre y al bebe.

Los síntomas más característicos son:

Dolor aún después de una toma correcta y comprobada una succión normal. El dolor puede ser pulsátil, ardiente; incluso entre toma y toma, al roce con la ropa; puede precederse o/y acompañarse de picores. Puede ser en un solo pecho (unilateral) o en los dos (bilateral).

Grietas o/y  fisuras de lenta evolución.

Costras,  erosiones o ampollas con contenido líquido.

Eritema en pezón o/y areola. A veces simultáneamente empiezan lesiones en la mucosa bucal y/o zona genital del bebe.

No existe mejoría del dolor o/y lesiones, tras varios días de tratamientos tópicos.

Fiebre o febrícula “en agujas”, sudoración profusa nocturna, sensación de gripe,… en la madre.

Obstrucciones y disminución de la producción  del pecho afectado.

Inquietud del bebe en las tomas, con “tirones” en la succión, flatulencia, cólicos y ocasionalmente una lenta ganancia de peso.

Actuación ante el dolor de pezones con sospecha de origen infeccioso

  • Agentes infecciosos que con más frecuencia están asociados al dolor de pezones:

De origen bacteriano: Sthaphylococcus aureus, Staph. Albus-coagulasa-positivos y Streptococcus  (alfa negativo, beta negativo y no hemolítico).

El espectro bacteriano es a menudo muy similar al encontrado en la piel. Los estudios bacteriológicos son complicados, la mayor parte de las veces la toma de muestras no será un procedimiento estéril y se debe proceder a un tratamiento adecuado de las mismas con un especial recuento de colonias y otros elementos.

De origen micótico (hongos): Cándida sp, la más frecuente C. Albicans y Cryptococcus.

Los tipos de cándida sp aparecen, al menos, en 17 localizaciones diferentes en el cuerpo humano; además existen diferencias genéticas individuales en los mismos pues se adaptan al medio, complicando así el tratamiento.

De origen mixto o cruzado:  bacteriana y micótica.

  • Vías de infección. No es un hecho claro como el agente infeccioso penetra en el pecho:

A través de grietas y/o lesiones derivadas de causas mecánicas de los pezones, como consecuencia de un mal agarre del niño al pecho. Pueden ser las manos de los profesionales sanitarios fundamentalmente y de las madres las que pueden trasmitir organismos patógenos y cepas resistentes de los mismos. Es preciso el lavado correcto y frecuente de las manos, tanto por los profesionales sanitarios como por las madres. En los primeros se precisa un producto antimicrobiano y en las segundas es suficiente el jabón corriente. También es preciso el alojamiento conjunto del niño con la madre, favoreciendo el contacto piel con piel para una precoz colonización bacteriana del niño y del pecho.

A través de la boca del bebe por microorganismos de la garganta y boca del lactante, aunque a él no le causen síntomas evidentes.

A través de colonización interna de las cándidas de origen intestinal, secundaria al uso reciente de antibióticos, anticonceptivos orales, inmunosupresores; enfermedades sistémicas como diabetes y anemia; e infecciones vaginales por hongos, recientes sin resolver.