Las ruinas de San Ignacio

Entre selva y tierra colorada se mezclan las nuevas construcciones en San Ignacio, un destino que es más buscado por sus ruinas y por las historias que éstas albergan.

Visitar las ruinas de San Ignacio es dar un viaje a un lugar de ensoñación con un pasado que atrae a centenares de visitantes cada año y ofrece un turismo diferente para las vacaciones ya que lo que sobresale son las paredes y los recuerdos.

Las ruinas de San Ignacio son las mejor conservadas de la comunidad Jesuita a la que pertenecieron los edificios antiguos. En la construcción de San Ignacio se empleó una piedra de la localidad conocida como el asperón rojo. El excelente trabajo hecho durante la construcción ha permitido que, pese a años de deterioro, la mayor parte de los muros siga en pie.

Aunque las ruinas son las que mayores visitantes atrae, en este lugar  también hay otros sitios de interés, entre ellos se pueden contar la Casa Museo de Horacio Quiroga, lugar en el que vivió el escritor nacido en Uruguay cuando fue Juez de Paz en San Ignacio. Algunos de objetos atractivos dentro del museo son los muebles, herramientas, fotos y algunos manuscritos del llamado escritor de la selva.

Entre los destinos está, también, el Parque provincial del Teyu Cuare (Cueva del Lagarto ), una reserva natural a orillas del río Paraná que comprende una superficie de 78 hectáreas con paisajes que dejarán al visitante seducido por su belleza.

También se puede recorrer la reserva privada Osununu, un espacio que permite el contacto directo con la naturaleza y en el que se promueve la investigación científica.

Además están las comunidades Guaranies de San Ignacio, espacios en los que se podrá compartir con esta comunidad y reconocer sus artesanías, también recorrer establecimientos yerbateros y diversos cultivos como ser la Káa-Hée ó “hierba dulce”.