El mejor de los regalos: Leer con los niños. Indudablemente para motivar y estimular el hábito de lectura en nuestros pequeños, lo primero que hay que hacer es ofrecerles lecturas interesantes, acordes a su edad.
Aunque los padres insistan, la mayoría de los niños en sus casas pasan su tiempo libre ante el ordenador, la televisión o los videojuegos. Estos malos hábitos se mantienen durante casi toda la vida ya que si no hay tradición de valorar la lectura de un buen libro como medio de aprendizaje, mejora en el conocimiento o bienestar, es difícil que cuando los niños sean adultos cambie esta visión.
Como todo lo importante que aprendemos en la vida, el gusto por la lectura empieza en casa, en la familia; pero los padres no deben ordenar a sus hijos que lean, pues lo único que conseguirán será un rechazo, y los niños no leerán. La lectura debe ser una actividad placentera.
También resulta contradictorio que los padres demanden a sus hijos leer y a ellos rara vez se le ve con un libro entre sus manos.
Por tanto, lo primero que hay que hacer es fomentar la lectura entre los padres. Sí, así de claro. Si los padres leen en casa, predicarán con el ejemplo y sus hijos los observarán e imitarán; les verán interesados por sus lecturas y sentirán curiosidad por aquello que la lectura despierta en sus padres. De esta manera la lectura aparece ante ellos como una actividad divertida y gratificante.
Hay que recordar que como cualquier hábito que comienza, si no se tiene constancia y no hay progreso, puede resultar poco motivador. Sucede como en el deporte; Nadal no comenzó siendo el mejor, sino que con trabajo y esfuerzo se situó entre los primeros del Tenis mundial. Por tanto, hay que formar el hábito desde la más tierna infancia y animar a los niños a ir leyendo poco a poco.
Elegir un libro dependerá de los gustos y de la edad de cada niño. Hay que tener en cuenta que no pueden comenzar leyendo la “Ilíada”. Necesitamos convertir la lectura en una verdadera diversión para el niño. Por ello debemos:
- Fijar un tiempo cada día para leerles (por la tarde o antes de acostarse).
- Buscar libros de lecturas adecuadas a su edad (cortos y familiares). A los pequeños les gustan los cuentos, las historias. A través de ellos les podemos enseñar valores que nos dan la capacidad para actuar como personas. A los niños mayores les apasionan los libros de aventuras, misterios que desafían su imaginación.
- Después de leerles hay que hacerle preguntas al niño.
- El ambiente de familiaridad que se va desarrollando en los niños cuando se comparten cuentos con sus padres, es el mejor regalo que pueden hacer las familias a sus hijos, animándoles a emprender un apasionante viaje en el proceso de su aprendizaje. No hay que olvidar que uno de los grandes aprendizajes que se realizan en la vida es aprender a leer y escribir.
Se acerca la Navidad y los Reyes Magos: ¡Será un buen momento para regalar un libro! El libro proporcionará horas de placer, de entretenimiento, de intriga, aporta nuevas visiones de la realidad y desarrolla todas nuestras capacidades intelectuales.
Creo que es una buena opción, mejor que sucumbir ante los juguetes o videojuegos de moda. No debemos olvidar que la lectura es como la vida, siempre se debe realizar con entusiasmo.
Por último, un mensaje para los pequeños: “Para crecer, crecer, crecer, muchos cuentos has de leer”.