También llamados vasculoprotectores. En México se desconoce el consumo mensual; en Francia, se utilizan cinco millones de cajas cada mes. La utilización de estos fármacos clasificados como de confort es un tanto controversial.
El objetivo de estos medicamentos es aumentar la resistencia de los capilares, disminuir la permeabilidad del vaso sanguíneo y reforzar el tono venoso. Dicho de otra manera, los venotónicos evitan el edema y la inflamación de las piernas, y con ello los síntomas de la insuficiencia venosa.
En la práctica, se ha constatado que los venotónicos aportan una mejoría neta sobre los síntomas: dolor de piernas, pesadez, hormigueo, cansancio y sensación de calor.
La mayoría de estos medicamentos sigue elaborándose con base en sustancias vegetales. Las ventajas de su uso incluyen buena tolerancia y efectos adversos mínimos; por ello, pueden usarse a largo plazo.
El producto más utilizado es la castaña de Indias (Aesculus hippocastanum) y otros como:
- Hamamelis virginica.
- Cratoegus oxycantha o aubepina.
- Senezon (Senecio vulgaris).
- Ruscus aculeatus.
La mayoría de los venotónicos tiene propiedades basadas en la vitamina P. Ésta realiza una especie de masaje sobre las venas, lo cual ayuda a enviar la sangre en el sentido correcto.
Las moléculas químicas disponibles también son numerosas, además de ser venotónicas, también favorecen el drenado linfático y disminuyen la adhesividad plaquetaria (formación de coágulos).
Se considera que no hay mayor diferencia entre unas y otras. Todos son útiles y casi no tienen contraindicaciones.
Los medicamentos sólo actúan durante el tiempo que se ingieren, como ya se mencionó; sólo disminuyen el dolor, la pesadez, el cansancio, la sensación de calor, el hormigueo y tal vez el edema. Los venotónicos se prescriben sobre todo cuando el sistema venoso será objeto de mayor trabajo, como fatiga física mayor, viajes prolongados, síndromes varicosos premenstrual y menopáusico,y en cierta fase del embarazo cuando hay datos clínicos de insuficiencia venosa.
Los venotónicos pueden utilizarse al mismo tiempo que los productos hormonales. Los venotónicos no harán que las várices desaparezcan, ya que sobre el plano estético no tienen efecto alguno.
Otra sustancia de aplicación local ha sido muy promocionada. Es un producto tópico que en cuanto se aplica o se pone en contacto con la vena varicosa al parecer ésta desaparece. El autor considera que esta solución mágica no es de gran eficacia. Al menos hasta hoy, no se conoce un solo caso en el cual los resultados sean satisfactorios.
Es probable que quien usó dicho producto y le funcionó no tuvo que consultar al médico, aunque en realidad muchas mujeres se han visto sorprendidas y decepcionadas. Por lo anterior, es importante tener siempre la opinión de un profesional en esta área de la medicina antes de efectuar gastos innecesarios.