¡No sabotees tu dieta!

Si estás haciendo el esfuerzo de seguir una dieta equilibrada y de hacer ejercicio para poder lucir tipazo, nada te hace menos falta que sabotear, tú misma y sin darte cuenta, todos tus esfuerzos. Hoy te presentamos los sabotajes a la dieta más frecuentes: mantente atenta y no dejes que todo tu trabajo caiga en saco roto, ¡no te lo mereces!

No beber suficiente agua: no solo para hidratarte, sino para saciarte, ya que beber de forma regular ayuda a controlar la sensación de apetito.

Confundir el aburrimiento con hambre: sé sincera, ¿cuántas veces estando en casa sin nada que hacer has arrasado en la nevera y en la despensa simplemente por hacer algo? Evítalo a toda costa.

Excesos comiendo fuera: si estás haciendo un esfuerzo para controlar lo que comes, pero cada vez que sales a comer fuera comes de más, te estarás haciendo un flaco favor.

Calorías camufladas: todo tipo de aderezos y salsas, cremosos postres, rebozados y empanados… Algo tan sano como una macedonia de frutas dispara sus calorías si está acompañado de una buena cantidad de nata. ¡Cuidado con los falsos amigos de la dieta!

A más variedad, más cantidad: mucho cuidado en los buffets y en los cócteles, en los que tienes a tu alcance todo un mundo de alimentos apetecibles que, casi sin darte cuenta, vas comiendo poco a poco sin tener la sensación de darte un atracón.

No comas delante de la tele: a la hora de comer (o cenar), si lo haces delante de la televisión estarás desviando tu atención y no serás consciente de todo lo que comes. Un estudio realizado por una universidad americana demuestra que comer delante del televisor no solo lleva a comer más, sino a hacerlo peor.

Di no a las raciones grandes: comer en un plato grande hace que comamos entre un 25% y un 50% más de lo que lo haríamos en otro recipiente.

Nada de prisas: si comes tranquilamente y saboreando la comida te saciarás antes. Sin embargo, si vas con prisas y comes corriendo, engullirás casi sin masticar todo lo que te pongan delante.

Evita las tentaciones: si no quieres sucumbir a la tentación de la bollería industrial, los snacks, los postres o los helados, lo tienes muy fácil, no los compres. Llena tu nevera de comida sana… y comerás sano.