Nowhere Band

¿Cuál es el año que cambio la música rock para siempre? Devotos musicales de varias bandas y estilos se llevan zurrando verbalmente durante años para intentar llegar a la verdad absoluta. Unos dicen que fue 1966, el año que Brian Wilson metió en el estudio a decenas de músicos de otros estilos alejados del surf-rock de los Beach Boys y creó el inolvidable Pet Sounds, al que su contraparte británica (si, sabéis quienes son, no os hagáis los sorprendidos) respondieron con Revolver. Otros, sin embargo, dicen que el año más influyente en la música rock fue el siguiente, el año en el que los Beatles sacaron el Sgt. Peppers, la Velvet Underground su debut y el anteriormente mencionado Brian Wilson se volvió loco intentando sacar el SMiLE adelante. ¿Pero qué hay de 1965?

En 1965 un cantautor político llamado Bob Dylan ponía patas arriba la música popular americana con dos discos. El primero Bringing It All Back Home, abría al artista folk a los terrenos del rock y del blues, electrificando su sonido (aunque fuse solo parcialmente en el disco) e incluyendo muchas más influencias que las de la música tradicional americana. Pero esto no elevó más que cierto alarmismo: fue cuando Dylan lanzó la ya rockera Like a Rolling Stone en Julio de aquel año, seguida de la obra maestra que es el álbum Highway 61 Revisited y la gira de presentación del disco, junto a The Hawks (más tarde conocidos como The Band) la que pondría patas arriba el rock y, sobre todo, el folk.

Dylan cabreó a un montón de gente y despertó pasiones por igual, pero lo cierto es que no era el único que estaba viendo el giro que iba a tomar la música en ese año. En Estados Unidos la invasión británica había dejado una profunda huella, como si la antigua metrópoli estuviese desafiando a la escena musical americana que empezaba a crecer a pasos agigantados. El despertar del rock estadounidense tuvo que ver con la bomba que fueron los Beatles para la conciencia de Estados Unidos.

Junto con Dylan, que iba un poco a su bola, dos grupos se encargaron de trasladar el éxito de los Beatles a su terreno y crear escuela. El primero era un grupo nuevo, nacidos al calor de Dylan y que harían que George Harrison agarrase una guitarra de doce cuerdas, y se llamaban The Byrds. Con su versión de Mr. Tambourine Man, que fue lanzada poco después de la de Bob Dylan, los Byrds sorprendieron a muchos: ¡había vida en el pop más allá de The Beatles! Mezclando las influencias folk de Dylan y el pop más tradicional traído de Inglaterra, The Byrds lograban tener un éxito generalizado en todo Estados Unidos y las islas británicas y, sobre todo, abrían la puerta a la llegada de una tendencia que se convirtió en mayoritaria en apenas dos años: la psicodelia.

Mientras tanto, en California, Brian Wilson empezaba a hartarse de la música surf que hacían los Beach Boys. Ya no podía más, estaba harto de esa fachada de buen rollo, chicas, coches y olas. Tras despedir a su padre como mánager de la banda y empezar a sufrir los primeros síntomas de la locura que le dejó en la cuerda floja durante años, decidió retirarse de las giras y dedicar su tiempo a componer. Así, 1965 fue un año productivo para los Beach Boys, gracias sobre todo a los experimentos de Brian: las drogas explotaron la creatividad Wilson, que supo plasmar en Today!, el primer disco no-surf de los Beach Boys.

En este Today!, Mr. Tambourine Man de los Byrds y los trabajos de Bob Dylan en los primeros 1965 encontrábamos los ingredientes necesarios, para unos Beatles que estaban sumidos en una minicrisis de personalidad. Help!, grabado en los meses en los que estos álbumes salieron, contenía estas influencias de manera más o menos pasajera, en el que fue el primer álbum de madurez del grupo. Sin embargo, fue tras la salida del mismo, cuando la banda de Liverpool tuvo tiempo para asimilarlas y lanzar su primera grandísima obra maestra en Diciembre de 1965.

Doesn’t have a point of view / Knows not where he’s going to / Isn’t he a bit like you and me?

50 años después, puedo decirlo claramente: Rubber Soul es una puta maravilla. En serio. Es probablemente el mejor disco que puedas escuchar hoy. No es mi favorito, ni me parece el mejor, pero es prácticamente perfecto. O perfecto. En serio, si eres de esa gente rara que nunca lo ha escuchado no sé a qué estás esperando. Te garantizo que serán 35 minutos aprovechables, querido/a lector/a.

Todo en Rubber Soul encaja a la perfección y funciona como ningún disco de los Beatles había funcionado hasta el momento (incluyendo los geniales A Hard Days Night Help!). Las influencias del folk rock que explotó ese año entraron de lleno en el grupo, y la psicodelia fruto de los primeros viajes con las drogas de la banda hicieron madurar a un grupo que se despidió para siempre de las letras de amor y de las baladas ñoñas. Hasta en la lírica Dylan había entrado hasta la cocina de los Beatles.

En Rubber Soul los Beatles pasaron de ser una gran banda de rock a ser los dioses que son ahora. Ningún disco ha hecho nunca despegar a una banda de esta manera, y pocos han tenido una influencia tan brutal sobre la música popular. Las canciones de Rubber Soul desprenden una energía melancólica que miles de artistas han intentado emular. Las guitarras del disco, mezcla de acústicas y eléctricas, son una gozada: cada punteo y cada acorde parece que está ahí por alguna razón, y que aunque las estructuras se repitan, parece que cada nota que suena es totalmente distinta al resto de la canción.

Asked a girl what she wanted to be / She said baby, “Can’t you see /I wanna be famous, a star on the screen /But you can do something in between”

Los Beatles nunca habían sido unos chicos buenos. De hecho John Lennon hasta que conoció a Yoko Ono era lo que se podría decir un cabronazo. Pero en las canciones de sus primeros álbumes el pillaje era casi mínimo: había que mantener la imagen de querubines. Sin embargo, en Rubber Soul los Beatles se libraron de las ataduras de niños buenos mimados y decidieron colar mensajes subliminales y dobles sentidos por todas partes.

El ejemplo más explícito es la fabulosa canción que abre el disco, Drive My Car. Utilizando terminología del blues americano, los Beatles cantaban no sobre amor, sino sobre cómo aprovecharse de las ambiciones personales para acostarse con una jovenzuela. En Girl introducían unos alegres coros que no querían decir nada más que “tetastetastetastetas” e intentaban imitar el sonido de una calada a un porro (si no era una calada de verdad) en los coros del estribillo.

En Day Tripper, una de las dos caras A del single de acompañamiento del disco, las pillerías de los Beatles también se extendían a describir a una muchacha que les dejó tras pasar una buena noche juntos. Sin embargo, no todo eran risas y travesuras de jóvenes en el seno de la banda. Los cuatro miembros supieron aportar también una madurez compositiva incluso dentro del contexto tan limitado de las canciones de amor. Por su parte, John Lennon usó el disco para expurgar sus demonios internos y sacar su lado más oscuro de sí mismo.

All these places have their moments / With lovers and friends I still can recall / Some are dead and some are living / In my life I’ve loved them all

John Lennon fue el gran triunfador del álbum. Sus composiciones son sin dudas las más sólidas e inmortales en un disco en el que todo es inmortal realmente. Pese a esto, John Lennon pagó un gran precio: tuvo que sacar todo lo que tenía dentro, desde sus celos cuasi obsesivos-compulsivos en Run For Your Life a las inseguridades personales del Nowhere Man que no era más que un reflejo de sí mismo en una época convulsa y difícil para el cantante, que incluía la destrucción de su matrimonio con Cynthia Lennon.

Norwegian Wood (This Bird Has Flown) nos muestra a un Lennon totalmente distinto a lo que había sido hasta entonces e incluso un paso por delante de sus propios compañeros de grupo, como le pasaría en A Hard Day’s Night ¡¡¡El año anterior!!! En serio, entre You Can’t Do That Norwegian Wood pasa un puto año y medio nada más. Lennon, ya algo alejado de la alienación de la presión mediática, se pudo permitir sacar su lado más Dylan y oscuro y componer un tema acústico y corto, con una narrativa impresionante que cuenta tanto sobre el autor en apenas dos minutos. Ayudado por los primeros intereses orientales de George Harrison en forma de sitar, es imposible no citar esta canción aparte.

El otro gran tema de Lennon en Rubber Soul es la inolvidable In My Life, en la que John pintaba un retrato en forma de canción de la melancolía de vivir en una ciudad gris como es Liverpool. Ayudado por George Martin en la producción, John supo sacar partido de sus experiencias más personales y plasmarlas no tanto en las letras sino en la melodía de la canción: el tema evoca a una nostalgia y a una añoranza a un tiempo perdido del que John Lennon no podría desprenderse nunca, siendo uno de los temas recurrentes de la discografía.

Además, Lennon se pudo permitir el lujo de realizar canciones más pop y facilonas como The Word, pero haciendo que sobresaliesen por encima de lo que habían hecho antes. Las guitarras estaban mucho más pulidas que en anteriores discos, solo hay que ver el riff de las estrofas del tema. Por otro lado, la anteriormente citada Girl juega con las armonías vocales sacadas directamente de los Beach Boys de la época. El resumen es claro: John Lennon fue el gran artífice del éxito de Rubber Soul. Sin embargo, no debemos infravalorar las contribuciones del resto de la banda al álbum.

Why, tell me why, did you not treat me right? / Love has a nasty habit of disappearing overnight

Mientras tanto, Paul McCartney tenía problemas personales: su relación con Jane Asher cada vez estaba más tensa. El chico angelical y de las baladas de los Beatles también daba un giro más introspectivo a su música. El evidente problema de la falta de conexión entre el artista y las canciones que pudo tener Paul en algunos de sus temas de la primera época de la banda se resquebrajaba y Paul empezaba a escribir sobre sus verdaderos problemas.

Hay tres temas en el disco que evidencian las dificultades en la relación de Paul (You Won’t See Me, I’m Looking Through You Wait). Temáticamente los tres son bastante parecidos, y muestra la reacción de Paul hacia el resentimiento de una relación por la ajetreada vida que tenían los Beatles al ser superestrellas. Además Paul también contribuyó con la magnífica y romántica Michelle, que muestra la gran influencia que es el pop de corte más clásico en el británico y la picarona Drive My Car.

Ringo supo colarse en los créditos de What Goes On, un tema country divertido al estilo de Act Naturally de Help!. Por otra parte, George aportó dos temas al álbum, que mostraron por primera vez que los intereses musicales y líricos de George estaban más alejados que los del resto de la banda. Think For Yourself es una gran canción donde destacan las guitarras y se aleja del patrón de canciones de amor, pero sin duda el gran punto álgido de Harrison es If I Needed Someone, donde ya se empezaba a fraguar la eclosión de Harrison como grandísimo compositor de canciones, y que predecía la psicodelia pop de Revolver.

Carve your number on my wall / and maybe you will get a call from me / if I needed someone

En definitiva, Rubber Soul es el sonido de una banda en transición de “banda de grandes canciones pop” a ser la que muchos consideran la mejor banda de la historia. Todo cambio con Rubber Soul, desde su sonido y sus aspiraciones como banda (un año después los Beatles dejarían los directos) al estado de la música en general. Las baladas románticas ya dejarían de estar de moda, y Brian Jones se compraría un sitar para componer Paint It Black y mover a los Rolling Stones a una deriva más psicodélica y experimental; mientras Brian Wilson respondía a los de Liverpool con el inolvidable y majestuoso Pet Sounds.

¿Qué les quedaba a los Beatles tras esto? Pues al igual que los grandes giros de las grandes bandas, solo podían seguir hacia adelante y confiar en los nuevos sonidos que empezaron a rondar en la mente de los fab four. Con Revolver los Beatles crearían un disco más pulido y con más trabajo grupal que Rubber Soul, pero es innegable que ambos discos funcionan como una unidad, y es imposible entender el desarrollo de Revolver sin la historia del álbum anterior. Ahora los Beatles se convertirían en leyenda.