Obesidad en pediatría

La palabra obesidad proviene del latín obesitas que significa “a causa de que yo como”. Es una patología heterogénea, caracterizada por la acumulación anormal de tejido adiposo.

Mediante encuestas realizadas entre 1958 y 1962 por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), se determinó que la prevalencia de obesidad (peso teórico para la talla mayor a 10%) en niños de nivel socioeconómico medio de la ciudad de México fue de 6.1%.

En 1988, la primera Encuesta Nacional de Nutrición (ENN) mostró una prevalencia de obesidad en niños menores de cinco años de 4.7%, porcentaje que para 1999 (año en el que se llevó a cabo la segunda ENN) se incrementó a 5.4%. Los datos reportados sobre escolares en la segunda ENN mostraron que al menos uno de cada cinco niños presenta sobrepeso u obesidad en nuestro país. Esos datos coinciden con los publicados en Estados Unidos, los cuales refieren que 20% de los niños presenta algún grado de sobrepeso.

Factores que causan la obesidad:

  • Genéticos: existen evidencias de que la obesidad tiende a presentarse en grupos familiares, aunque es difícil diferenciar entre la herencia genética y la social, en donde los hábitos alimentarios de los padres tienen gran influencia sobre los de los hijos.

Algunos estudios han demostrado que cuando los padres tienen un peso adecuado, el riesgo de obesidad en los hijos es de hasta 14% y que cuando uno o ambos padres son obesos, ese riesgo aumenta hasta 40 y 80%, respectivamente.

  • Del sistema nervioso: cada vez se conocen más sustancias producidas en el sistema nervioso que regulan la ingestión de alimentos y el peso corporal. Asimismo, cuando existe alguna lesión en una porción del cerebro, en el hipotálamo hay una pérdida en el control del apetito.
  • Endócrinos: un desequilibrio hormonal puede incidir en los hábitos alimentarios y en el gasto metabólico.
  • Metabólicos: la síntesis y el almacenamiento de algunos tipos de grasa.
  • Ambientales: desequilibrio entre el consumo de alimentos y el gasto de energía. Es, en parte, el resultado de una transición alimentaria promovida por las grandes campañas de mercadotecnia mundiales que promueven el consumo de alimentos de alto valor energético a un costo accesible, la cultura del consumo de “comida rápida” y la cultura del sedentarismo (horas de televisión y videojuegos).

Patologías de la obesidad

  • Enfermedades cardiovasculares: en especial, la hipertensión arterial sistémica.
  • Alteraciones endócrinas: dislipidemias y resistencia a la insulina.
  • Problemas ortopédicos: como el dolor de espalda, el pie plano y las alteraciones articulares.
  • Trastornos pulmonares: hipoventilación y apnea del sueño.
  • Alteraciones psicosociales: baja autoestima, agresividad y adicciones.
  • Alteraciones hepáticas: esteatosis y esteatohepatitis, que pueden evolucionar a cirrosis.

Comprendiendo la obesidad

La obesidad es un desequilibrio entre la cantidad de energía que se ingiere y la que el cuerpo gasta. Su presentación depende de la participación de diversos factores dentro de los que destaca una ingestión energética (consumo de calorías) diaria que rebasa los requerimientos de un individuo, según su género, edad, peso y talla.

Debido a que la obesidad es una patología que la ocasionan múltiples factores, su respuesta al tratamiento es poco favorable, y además existe un gran riesgo de recaída; de ahí que sea muy importante establecer medidas preventivas en toda la población que la padece y, en particular, en la pediátrica de México. Es importante señalar que después de la infancia, las mujeres tienen mayor riesgo de presentar obesidad que los hombres.

Tres objetivos

Debido al crecimiento y desarrollo que son característicos de la etapa infantil, es necesario promover balances de energía y nutrimentos positivos, de ahí que las dietas hipoenergéticas o deficientes en cualquier tipo de nutrimento estén prohibidas.

El tratamiento dietético en niños con sobrepeso u obesidaddebe encaminarse hacia la orientación alimentaria, cuyos objetivos son tres:

  • Promover el crecimiento y desarrollo adecuados.
  • Reforzar hábitos correctos de alimentación y de ejercicio.
  • Mantener un correcto estado de nutrición.

A pesar de que existen diferentes estudios en los cuales se han utilizado fármacos para el tratamiento de la obesidad infantil, hasta la fecha no está autorizado ninguno por la Norma Oficial Mexicana para la Atención de la Obesidad, en el manejo pediátrico de esta patología. Tampoco existe ninguna evidencia que apoye el tratamiento quirúrgico en niños.

Adecuado manejo

Es importante tomar en cuenta ciertas consideraciones en el manejo de los pacientes con sobrepeso u obesidad, con la intención de eliminar conductas negativas, modificar ciertas costumbres, reforzar hábitos positivos (en el niño y la familia), así como promover la orientación alimentaria para lograr una repercusión positiva que sea de gran impacto en este preocupante problema de salud pública en nuestro país.

En lactantes: elegir el tipo de fórmula según requerimientos, en función de la edad biológica del niño. Recuerda agregar primero el agua y después el polvo al prepararla.

No es recomendable agregar otros alimentos a la leche, como cereal o miel. Hay que promover una incorporación de alimentos sólidos adecuada. Hacerlo antes de los cuatro o seis meses puede incrementar el riesgo de presentar obesidad. Finalmente, se deben establecer horarios de alimentación, lo cual le permite al niño identificar tanto la sensación de hambre como de saciedad, además de promover un adecuado proceso de vaciamiento gástrico.

En los niños de edad preescolar, hay que darles pequeñas raciones varias veces al día (tres comidas principales y dos colaciones), limitarles el consumo de azúcares y grasa (golosinas, refrescos, frituras), e incluirles alimentos con un adecuado contenido de fibra.

Por último, recomiéndales hacer una correcta masticación, consumir agua y disminuir el tiempo dedicado a ver televisión y los videojuegos.