¿Por qué es común sentirse solo entre tanta gente?

Hasta hace poco, los estudios académicos no se habían concentrado en la ciencia de sentirse solo.

Un reporte en la revista New Scientist puede ayudarnos a entender por qué si estamos rodeados de personas, hay una impresión de estar solos.

No es lo mismo el “Aislamiento” que la “Soledad”

Entendemos el aislamiento como el comportamiento que limita el contacto, de cualquier tipo, con otras personas.

Por ejemplo, encerrarte en tu casa sin contactar a nadie ni siquiera de manera digital.

La soledad es más un sentimiento que un comportamiento. Y se siente como una desconexión con el mundo.

La gente expresa sentirse sola diariamente, a pesar de tener un trabajo estable, compañeros, grupo de amigos e incluso pareja.

Los investigadores definen “soledad” como la falta de sensación de respaldo o protección por parte de los que nos rodean.

Si alguna vez has sentido que no puedes compartir tus pensamientos porque los demás no los aprecian, entonces estás experimentando “soledad”.

Pasar mucho tiempo en redes sociales sin participar en ellas es algo que el 31% de la gente “solitaria” hace.

Este comportamiento es una búsqueda para sentirse respaldado en la red, para poder compartir ideas, sentimientos y así pertenecer a algún lugar.

Sentirse solo no es malo

La “soledad” es parte del ser humano, y es normal sentirla de vez en cuando, pues si es constante, es importante atenderlo.

La diferencia está entre sentirse solo por un a pérdida fuerte, y sentirse solo por no tener con quién ir al cine u otro detalle común en la vida.

¿Quiénes son los más afectados?

El estudio mencionado más arriba intentaba determinar si los adultos mayores sentían altos niveles de soledad; sin embargo, los resultados arrojaron que los jóvenes entre 18 y 34 años experimentaron el doble de soledad que los adultos mayores de 65 años.

Conforme crecemos lidiamos mejor con la soledad, a través de amigos más selectos o hobbies más afines a nuestra personalidad.

La soledad ha existido en la juventud desde siempre, justo como lo expresa Kafka en La Metamorfosis o José Emilio Pacheco en Las Batallas en el Desierto.

Sin embargo, el problema se nota más en la actualidad debido a que la tecnología nos dio una voz más grande para expresarlo individualmente.

¿La solución es simple pero hay que trabajarla?

La solución esté en la calidad, no en la cantidad, de nuestras relaciones: elegir a quién resulta mejor dedicarle nuestro tiempo.

Es importante explorar lo que nos interesa, además ser honestos sobre nuestras inseguridades y limitaciones.

Una buena relación tratará de hacer crecer las primeras para apoyarnos mientras tratamos de superar situaciones complicadas.

A su vez, debemos regresar el favor para hacer crecer esta comunidad de apoyo que se remonta hasta la prehistoria.