Soja verde

También conocida como judía mungo, la soja verde es la mas nutritiva y versátil de todas las legumbres. Las habas de soja son pequeñas, de color verde oliva y contienen más proteínas que cualquier otro poroto, lo que hace de ellas un elemento importante para las dietas vegetarianas. Combinándolas con otros alimentos de origen vegetal como por ejemplo el arroz, obtenemos platos con proteína de alto valor biológico, con lo cual aseguramos la ingesta de todos los aminoácidos esenciales.

Son muy utilizadas en Japón, China y el Sudeste Asiático, países donde se emplea poca carne. En Occidente su consumo es cada vez más frecuente ya que sus propiedades y beneficios para la salud son indiscutibles.
Además de su alto contenido en proteínas también es rica en fibra y en vitaminas del grupo B, particularmente en ácido fólico, por lo que, junto al hierro que contiene, es particularmente indicada en las anemias. Es igualmente rica en magnesio y su consumo ayuda al mantenimiento de la estructura ósea.

La soja verde sin condimentar tiene poco sabor y una textura algo aceitosa. Una vez cocida combina bien con sabores más fuertes como la guindilla, el ajo y la salsa de soja. Al igual que otras leguminosas pueden hacerse en puré, añadirse a guisos y usarse en sopas y ensaladas. La forma más popular de consumir la soja verde es en forma de germinados.

Las habas de soja verde germinadas son uno de los alimentos más nutritivos que podemos añadir a cualquier plato. Se comen crudos, al vapor o salteados. Estos brotes crujientes de las habas mungo son ricos en vitaminas y minerales y contienen mucha vitamina C y vitaminas del grupo B. Poseen un elevado contenido en fibra y proteínas, y tienen enzimas que facilitan la digestión y favorecen los procesos metabólicos.

Los brotes de soja se venden en conserva o frescos en bolsas y cajas, pero pueden hacerse fácilmente en casa. Las habas se dejan en remojo 10 horas y tardan tres o cuatro días en germinar completamente. Una vez germinadas, deben conservarse dentro del frigorífico en agua fría que habrá que cambiar a diario.

Aunque la soja verde en semilla es bastante digestiva, a las personas a las que normalmente les sienta mal comer otras legumbres es probable que también se resientan un poco en la digestión de estas. Si se mezclan con alimentos de fácil absorción y las comemos durante el almuerzo no tendremos tanto problema.

Ahora bien, ¿con que frecuencia podemos consumir la soja verde para beneficiarnos de sus propiedades? Depende de la naturaleza de la misma, por ejemplo, los brotes frescos germinados de la soja verde se pueden consumir muy a menudo, incluso si queremos añadir a la ensalada diaria una pequeña ración de germinados, no hay ningún inconveniente. Si de lo contrario consumimos la semilla entera, hervida y cocida para completar otros platos y otros días ya usamos otro tipo de legumbre, es más aconsejable consumirla unas dos veces por semana de manera alterna.

Demos pues la bienvenida a la soja verde para que nos acompañe a nuestra mesa y a disfrutar de este alimento.