Son muchos los factores que influyen y condicionan las relaciones de pareja, y nos llevan a necesitar acudir a terapia de pareja. Problemas de convivencia, rutina y preocupaciones diarias, hacen que a menudo dejemos de lado nuestra relación y lleguemos a un punto en el que no veamos salida, ni manera de solucionar la situación de malestar que se ha generado.
Es en ese punto en el que sería aconsejable contactar con un profesional que nos ayude con las dificultades que han surgido en nuestra relación.
La intervención de un profesional que medie en estas circunstancias, ayuda a cambiar la visión del problema y, por tanto, a centrar los esfuerzos de ambos en la solución del mismo.
Es muy común en estos casos que la visión que se tenga de la relación, sea la de una lucha constante, por tanto cada miembro de la pareja se posiciona como un contrincante que persigue ganar la batalla a toda costa. Se busca culpabilizar al otro, dejando así de lado la perspectiva objetiva y racional de los problemas.
Puede ocurrir también, que pongamos demasiadas expectativas en la otra persona, y al no verlas cumplidas nos frustremos y lleguemos al mismo punto: culpar a nuestra pareja de todos los problemas de la relación, o culparnos a nosotros mismos. Por ello es tan importante una adecuada comunicación asertiva, que nos aporte tranquilidad y confianza con nuestra pareja. Dicha forma de comunicación es una habilidad que, si no se posee de antemano, puede ser trabajada como cualquier otra.
Todo ello conlleva en la mayoría de las ocasiones, que también se vea afectada la actividad sexual de la pareja, parte importante en cualquier relación, que también se ha de trabajar en aras de conseguir la solución total del problema.