Tu autoestima también afecta a tu hijos

Como la forma en que te ves a ti misma afecta la forma en que se ven tus hijos.

Investigaciones han demostrado que más del 40 por ciento de las niñas que comenzaron a mostrar síntomas de desórdenes de alimentación a temprana edad y a omitir comidas o comer porciones diminutas lo aprendieron al ver a sus padres vivir con un trastorno alimentario, hacer dietas extremas, dar un valor extremo a la apariencia física y al qué dirán. De igual forma, los niños que mostraron una autoestima baja o imagen corporal negativa, es decir la forma en que se daban valor a sí mismos y que percibían su cuerpo, tenían en su familia miembros que hacían comentarios críticos hacia el valor y la apariencia personales, de los niños y de otros. El perfeccionismo es un rasgo de personalidad que también puede llevar a las personas a verse en desventaja y compararse constantemente a los demás. Además, es interiorizado y aprendido por los hijos y pasado de generación en generación.

La mejor forma de empezar a promover una autoestima alta en tus hijos y una imagen corporal positiva que les de confianza y seguridad en sí mismo, es tendiéndola tú. ¡Empieza por recordarte que nadie es perfecto y que tu meta es ser feliz, no perfecta! Cambiar tus diálogos internos y los mensajes que te das y te repites todo el día te ayudara a sentirte mejor acerca de tu valía personal y tu cuerpo lo que se verá reflejado en todo lo que haces, desde cómo llevas tu ropa hasta lo que dices. Tus hijos lo notaran y aprenderán esta habilidad. Recuerda que cambiar no sucede de la noche a la mañana; se necesita tiempo, paciencia y una actitud positiva para aprender a verte a ti misma de una manera más saludable.

Algunas ideas para mejorar tu autoestima, imagen corporal y hábitos de alimentación son:

  • Haz una lista de tus fortalezas y debilidades.
  • Identifica tus logros y las palabras positivas que has escuchado decir a otros sobre ti.
  • Establece expectativas realistas sobre ti misma y tus metas.

Haz una lista de actividades de auto-cuidado y practícala: Hacer ejercicio regularmente, cuidar tu piel, cabello y uñas, tomar un baño de burbujas, leer un buen libro son actividades que puedes empezar a implementar. Invita a tus hijos a hacer algunas de estas actividades contigo.

Establece horarios para tus comidas y haz un plan de alimentación balanceado que incluya porciones moderadas de proteínas magras, frutas, vegetales, granos enteros y productos lácteos.

Comprométete a no hacer comentarios negativos acerca de tu cuerpo, el de tus hijos o el de los demás.

Recuerda que eres el ejemplo que tus hijos tienden a seguir día a día así que asegúrate de ser el mejor ejemplo que ellos reciban.