Variedad y aspectos nutricionales del pepino

El pepino, en latín Cucumis sativus, es un vegetal de origen indio, perteneciente, como los calabacines, a la familia de las Cucurbuitáceas.

Se consume fresco, sin necesidad de cocinar, típicamente en ensaladas. Cuando se cultiva ecológicamente y de manera controlada, la cáscara también puede consumirse.

Hay diferentes variedades de pepinos para cultivar. Éstas difieren por varias razones. El tamaño de la fruta madura, el color (de verde claro a verde oscuro), la forma, sin olvidar las características del cultivo (trepador, arrastre, etc.).

A continuación veremos variedades de las cuales se pueden encontrar fácilmente semillas orgánicas.

El pepino trepador Marketmore

Variedad trepadora muy productiva, que se adapta bien al cultivo tanto en invernadero como en campo abierto. Sus frutos son de color verde oscuro, y pueden alcanzar hasta 20 cm de largo. Tiene pocas semillas en su interior y su sabor es dulce.

Cultivo de pepinos – variedad de pepino marketmore

Pequeño pepino verde de París

Variedad rústica y muy productiva, no necesita apoyo. Produce pequeños frutos cilíndricos de color verde claro, ideales para la conservación de encurtidos.

Pepino Verde Largo de Ortolani

Variedad trepadora que produce frutos muy largos, de 25-30 cm, con un color verde pálido y pocas semillas en el interior, variedad tardía.

Es bueno subrayar que las variedades que hemos presentado, de las que podemos encontrar fácilmente la semilla, no son híbridas. En otras palabras, si el cultivo del pepino durante un período de tiempo ha sido satisfactorio, la semilla puede ser retenida para su uso en cultivos futuros. De esta forma, con el paso del tiempo tendrá una calidad con características adaptadas a su zona de cultivo.

Nutricionalmente hablando, el pepino es un vegetal perfecto para todo tipo de dietas. Está compuesto en un 96% de agua y contiene sólo 13 kcal por cada 100 gr. También es rico en minerales como potasio (140 mg por 100 g), calcio (16 mg por 100 g), sodio (4 mg por 100 g) y fósforo (17 mg por 100 g). Por último, es rico en vitamina C (11 mg por 100 g y aminoácidos).

Cómo cultivar pepinos ecológicos

Clima y período de trasplante

El cultivo del pepino se favorece en un clima templado y cálido. Para un buen cuidado de la planta, es imprescindible evitar el frío y el riesgo de heladas en las primeras fases de crecimiento. Por lo tanto, es mejor retrasar el trasplante y no arriesgarse a quemar la planta pequeña por el frío. Por lo tanto, para los semilleros, es aconsejable el brote en marzo en un entorno protegido. Para llegar de la semilla a la plántula se necesitan unos treinta días de desarrollo. El trasplante al suelo puede realizarse a partir de abril, preferiblemente en la segunda mitad, cuando se evita el riesgo de heladas.

Como fecha límite para el trasplante se recomienda no sobrepasar los primeros días de julio. Considerando el período de crecimiento antes de alcanzar el fruto, 45-60 días, existe el riesgo de retrasar demasiado el período de cultivo, exponiendo excesivamente las plantas de pepinos a la lluvia y al primer frío del otoño.

Tierra, estiércol, acolchado de paja y mantillo

Para que los pepinos crezcan en armonía con otros cultivos, hay que tener en cuenta una serie de consideraciones importantes. Especialmente en lo que se refiere al suelo, los cultivos intercalados y el acolchado.

Esta planta pertenece a la familia de las cucurbitáceas y, al igual que las solanáceas, necesita mucha sustancia orgánica. Si tienes la intención de cultivar pepinos, es importane alternar anualmente con cultivos más ligeros, con el fin de preservar la estructura del suelo. Con esta precaución siempre se pueden tener cultivos sanos y abundantes. Por ejemplo, después de los pepinos se puede cultivar, en la misma porción de tierra, una semilla de col de bruselas, un cultivo que resiste las heladas invernales y que además no cansa el suelo, sino que lo enriquece.

En cuanto al suelo, el ideal para el cultivo de pepinos debe haber sido sometido a una cuidadosa y minuciosa preparación, tanto en términos de fertilización como de procesado. Para una fertilización orgánica óptima, debe cubrirse con estiércol animal. Si no se puede esta opción, se puede utilizar estiércol seco, que es una excelente solución biológica alternativa.

Estas fertilizaciones deben realizarse en invierno, para que el suelo tenga tiempo de absorber adecuadamente la materia orgánica.

Sin embargo, tenga cuidado de no excederse con fertilizantes, una cantidad excesiva de nitrógeno puede causar efectos indeseables. Entre estos efectos está la proliferación de parásitos, que son extremadamente atraídos por el cultivo del pepino.

Asociaciones

Por lo que respecta a las asociaciones, hemos visto, hablando de cómo diseñar un huerto, que para obtener buenos resultados, algunas verduras deben combinarse, es decir, cultivarse juntas, para obtener beneficios unas de otras. Por lo tanto, si pretendemos cultivar pepinos, una excelente asociación es la que tenemos con las alubias, o con los frijoles, poniéndolos fuera del campo (con los pepinos en el centro). De esta manera las plantas tendrán ventajas mutuas en términos de aireación del suelo y exposición a la luz.

Otro aspecto clave del cultivo saludable del pepino es el mantillo. No importa si es natural o con plástico, lo importante es que se haga bien. El cultivo del pepino tiende a atraer a muchas plagas, especialmente a los pulgones. Por lo tanto, el control de malezas es necesario para limitar el tratamiento biológico de plagas en las etapas siguientes del cultivo.

Riego y distancias

Hemos visto cómo esta planta prefiere, para un crecimiento sólido, un clima cálido. Está claro, por lo tanto, que se necesita un alto nivel de suministro de agua para cultivar pepinos. La mejor manera de lograrlo es mediante el riego por goteo.

En cuanto a las distancias correctas de cultivo, recomendamos 40 cm entre plantas y 1 m entre hileras.

Apoyo y poda

Al igual que con los frijoles, el cultivo de pepinos requiere, dependiendo de las variedades cultivadas, un apoyo adecuado al crecimiento. Esto es así para las variedades trepadoras, como Marketmore, que necesitan una red para trepar y crecer en altura.

El sistema de soporte se realiza mediante la colocación de postes de madera (normalmente castaños de 2,20 m) a lo largo de la línea de cultivo. Digamos que se necesita un poste cada 7 plantas (unos 2,5 metros), que se fija a una red de plástico. Las plantas de pepino pueden crecer y trepar en esta red, tanto en altura como en anchura.

Otra tarea importante para el cultivo de pepinos es la poda, que puede ser de dos tipos.

El primer tipo es eliminar los tallos laterales más débiles y dañados de la planta. De esta manera daremos más fuerza al tronco central, especialmente en la fase inicial del cultivo.

El segundo tipo consiste en la parte superior o punta más alta en la segunda parte del crecimiento vegetativo de la planta. Esto es particularmente importante en el caso de las variedades trepadoras, para evitar que la planta se vuelva demasiado alta. De esta manera daremos más fuerza a las flores en la parte central de la planta, que son las más productivas. Además, estimularemos los tallos laterales.

Ambos pueden ser podados, siempre y cuando se hagan en el momento adecuado del cultivo y no entren en conflicto entre sí.

Recolección

En cuanto a la recogida, podemos hacer dos observaciones principales. La primera, fundamental para cosechar frutas sabrosas, es que no se debe dejar demasiado tiempo el pepino creciendo en la planta. Esto se debe a que la maduración excesiva lleva a que el fruto se hinche y amarillee. Una vez hinchado, el pepino tiende a llenarse de semillas de sabor ácido que lo hacen menos digerible y menos sabroso, y por lo tanto menos apreciable desde el punto de vista organoléptico. Mejor cosechar un pepino más pequeño pero de mayor calidad.

Hay que tener en cuenta que los pepinos son plantas muy productivas. Sólo unos pocos son suficientes para tener una excelente cosecha en términos de cantidad. Por lo tanto, si decides cultivar pepinos, ten cuidado de plantar las cantidades correctas, sin excederte, si no quieres correr el riesgo de tener demasiados frutos que en algunos casos ni siquiera serás capaz de recoger o consumir.

La segunda observación se refiere a las características de la planta, que deben manejarse con cuidado durante la cosecha. La planta del pepino, de hecho, puede ser urticante y espinosa y por lo tanto causar irritación en contacto directo con la piel. Te recomendamos que utilices camisas o camisetas de manga larga y guantes de protección.

Protección biológica contra plagas

Otro aspecto a tener en cuenta, hablando de cómo cultivar pepinos, es el de la defensa biológica contra los parásitos. Este cultivo es de hecho una atracción fenomenal para los pulgones y la araña roja, por lo tanto es necesario tratar de prevenir y evitar absolutamente la presencia de estos insectos.

Como productos orgánicos antiparasitarios elaborados en forma de té, recomendamos el uso de infusión de ajo y macerado de ortiga.

Las preparaciones caseras deben ser rociadas sobre las plantas por la noche. Es necesario humedecer abundantemente la página inferior de las hojas, donde normalmente se depositan los pulgones y la araña roja. Si las infestaciones son altas también se puede utilizar jabón puro de Marsella, que nos ayudará a eliminar el melazo dejado por los insectos.

Protección biológica contra enfermedades micóticas

El cultivo de pepinos también requiere protección biológica contra enfermedades fúngicas a las que la planta está muy expuesta. Las principales enfermedades son el mildiú polvoroso y la antracnosis.

El mildiú polvoroso se presenta como una pátina de moho blanco/grisáceo que se asienta en la superficie de la planta. Este parásito lleva a menudo a la destrucción de la cosecha. Las partes de las plantas afectadas por el mildiú polvoroso primero se tornan amarillas y luego se necrosan.

La antracnosis, por otro lado, es un agente patógeno que afecta a los tallos, hojas y frutos. Su llegada provoca la aparición de manchas amarillentas y aceitosas de 1-2 cm, que pronto evolucionan hacia zonas necróticas de diferente tamaño.

Para ambas enfermedades se pueden tomar medidas preventivas con polvo de azufre. El azufre es un elemento natural, por lo que su uso está permitido en la agricultura ecológica. Sin embargo, es importante seguir las instrucciones en la etiqueta del producto.

Para la aplicación de azufre en las plantas, en cambio, recomendamos el uso de un pulverizador, que facilita las operaciones de distribución uniforme.

Recuerde siempre usarla con el viento a favor y con máscara, para evitar terminar en la nube de azufre, cuyo olor es muy molesto (aunque no tóxico).

La pulverización debe realizarse siempre en las horas frescas de la tarde y repetirse cada 10-15 días. Aplícalo si aprecias que hay condiciones ideales para la aparición de enfermedades (por ejemplo, en una situación climática inestable, con alternancia de lluvia y calor intenso). Además, el polvo de azufre, debido a su olor acre, es un excelente repelente para áfidos y ácaros. Por lo tanto, su uso también ayuda a la prevención de parásitos.