De vez en cuando es necesario complementar la rutina diaria del cuidado de la piel con un facial, que te ayudará a hidratar más profundamente el rostro. No es obligatorio ir a un spa para que te hagan este tipo de tratamientos, tú puedes realizarlo en casa con ingredientes fáciles de conseguir y de una manera sencilla. Aprende a dejar tu piel más bonita y suave.
Los faciales sirven para que la piel adquiera una apariencia más saludable y luminosa, ya que ayudan a retirar imperfecciones y residuos de maquillaje del rostro. Además de que aceleran el proceso de regeneración celular, dejando la piel más joven.
El vapor limpia a profundidad y humecta la piel
El vapor es clave para realizar un facial y es fácil de crear en casa. Puedes hacer este tipo de facial una o dos veces por semana para mejorar el brillo y apariencia del rostro, ya que ayuda a liberar toxinas, quita la suciedad, abre los poros, humecta la piel, limpia a profundidad y contribuye a que los demás productos penetren y actúen mejor.
Prepara el rostro con una exfoliación que retire la piel muerta
El primer paso es exfoliar para retirar las células muertas y que la piel gane un aspecto luminoso. Puedes apostar por un exfoliante natural, el cual puedes crear mezclando en un recipiente pequeño, del tamaño de tu cara, dos cucharaditas de bicarbonato y una de agua micelar, mezcla hasta formar una pasta.
O puedes comprar un exfoliante especifico para tu tipo de piel en alguna tienda de belleza. Aplica el exfoliante con movimientos circulares y después enjuaga con agua tibia.
Refresca y limpia la cara con el vapor
El siguiente paso es hervir la cantidad de agua equivalente a lo que quepa en el recipiente del tamaño de tu cara. Déjala hervir por un periodo largo, hasta que esté lo suficientemente caliente para que suelte mucho vapor.
Mientras está hirviendo, si lo deseas coloca algunas hiervas como lavanda, hierbabuena o alguna que te guste en el recipiente, para obtener una sensación de mayor frescura. Después vierte el agua hirviendo en el recipiente, y con mucho cuidado pon tu cara a unos 20 o 30 centímetros del agua durante diez minutos.
Para que se encierre mejor el vapor, lo idea es que te coloques una toalla en la cabeza. Una vez que haya pasado el tiempo recomendado, usa una toalla para dar pequeñas palmaditas por todo el rostro para secarlo.
Para finalizar tonifica e hidrata la piel
Ahora tonifica la piel con la ayuda de un poco de agua micelar, colócala en un algodón y dale algunos pequeños golpecitos al rostro con él, sin frotar. Este paso ayudará a terminar de purificar y limpiar la piel. Para finalizar el proceso sella e hidrata tu cara con una crema especifica para tu tipo de piel, que le dé un toque de brillo.