Uno de los grandes problemas de salud a la que se enfrenta el mundo actual es la obesidad. El número de personas que padecen este problema ha incrementado de forma alarmante durante las últimas décadas, por ello, las organizaciones de salud cuentan con campañas permanentes que buscan crear conciencia en la población sobre los riesgos que implica el sobrepeso y las medidas que se pueden adoptar para mantener un peso ideal y saludable. Entre estas medidas se incluye el llevar una dieta balanceada y realizar actividades físicas, pero también existen otras alternativas que pueden resultar altamente efectivas para bajar de peso en menos tiempo, como es el uso de un balón gástrico o intragástrico.
Si bien, los tratamientos para perder peso basados en el uso de un balón gástrico se han vuelto muy populares en los últimos años es importante que si estás considerando someterte a este tratamiento sepas que se trata de una medida no definitiva para perder peso. Esto quiere decir que el uso del balón ayuda a conseguir resultados consistentes por la manera en que actúa, sin embargo, después de que se retira, si no se conservan buenos hábitos alimenticios y una actividad física regular, el efecto desaparecerá al cabo de un par de meses.
La duración del tratamiento con el balón tiene una duración variable según las características específicas de este elemento que se coloca dentro del estómago, y por lo regular se manejan lapsos de tres, seis o doce meses tras los cuales el balón se retira del estómago. La razón por la que este tratamiento tiene una duración limitada es que después de algunos meses el estómago se logra acostumbrar a trabajar de manera normal con el balón y para los pacientes se vuelve sencillo boicotear su funcionamiento, así que los resultados de pérdida de peso simplemente se verían alterados.
Hoy en día existen diferentes tipos de balones gástricos pero el modo en que funcionan para ayudar a la pérdida de peso es el mismo. Al colocarse al interior del estómago, un balón intragástrico reduce la capacidad el mismo, por lo que no puede recibir grandes cantidades de comida, y al mismo tiempo, prolonga el tiempo de digestión, de manera que quien lo usa tiene una sensación de saciedad por más tiempo.
Entre los procedimientos para bajar de peso, se considera que el balón intragástrico es el más sencillo pues no es una intervención quirúrgica como tal, sino una endoscopia con la cual se introduce un balón vacío que se llena con suero fisiológico. Antes de la colocación del balón el especialista se encarga de hacer una revisión del estómago para descartar cualquier condición que pudiese impedir la colocación de este elemento, esto se hace a través de la misma endoscopia. Condiciones como hernia hiatal, úlceras, tumores gástricos, reflujo gastroesofágico severo y haberse sometido a cirugías gástricas previamente pueden impedir la colocación del balón por cuestiones de seguridad.
Si con la evaluación se determina que el paciente es buen candidato se puede introducir el balón vacío por su boca para posteriormente llenarlo con una solución de color azul. Se utiliza una coloración azul para que, en caso de que el balón llegara a romperse, de inmediato se presente un cambio en el color de la orina y de esta manera el paciente pueda acudir al médico. La cantidad de solución que se le introduzca al balón depende del índice de masa corporal del paciente y puede ser de hasta 700 mililitros.
Es normal que al inicio el estómago intente expulsar el balón, pues para el organismo es un cuerpo extraño, lo que puede ocasionar algunos malestares como náuseas y vómito, pero después del periodo de adaptación, que por lo regular tiene una duración de tres días, estos malestares desaparecen y se puede llevar una vida normal. La evolución del tratamiento es evaluada en toda su duración, así que el médico podrá programar visitas semanales durante el primer mes, para posteriormente pasar a una visita mensual para el control de peso, ajuste de dieta y del programa de ejercicio físico que se debe seguir durante el tratamiento para apreciar de resultados efectivos. En algunos casos se puede recomendar atención psicológica para brindar apoyo al paciente en este proceso, principalmente para mantenerlo motivado y reforzar sus nuevos hábitos, lo que permitirá reducir las probabilidades de que al terminar el tratamiento vuelva a su peso inicial.
Es fundamental que cuando se visite por primera vez al médico y se contemple la posibilidad de utilizar un balón gástrico como tratamiento para bajar de peso se hagan todas las preguntas relacionadas con el procedimiento de colocación, los resultados realistas que se pueden esperar, los posibles riesgos y efectos secundarios, así como el tipo de cuidados y hábitos que se tienen que modificar. Al igual que cualquier otro método para bajar de peso, se requiere de un fuerte compromiso por parte del paciente para alcanzar los resultados deseados y mantenerlos, sobretodo en este caso particular, pues se trata de un tratamiento de carácter restrictivo que implica seguir rigurosamente una dieta, una rutina de ejercicios y cuando se recete, el uso de complementos alimenticios como complejos vitamínicos, suplementos proteicos y hierro, entre otros.
Se debe saber que este tratamiento al inicio puede ser algo complicado, pues en los primero días se presentan molestias y durante las primeras semanas el ajuste a los hábitos puede ocasionar intolerancia a los alimentos, esto es completamente normal y precisamente para tener un control sobre estos factores se necesita acudir a todas las consultas médicas y acatar las instrucciones del especialista. Si estás interesado en saber más sobre este método para perder peso, contáctanos, con gusto te atenderemos.