Cómo organizar un baby shower

Un baby shower es aquella fiesta que se le prepara a las embarazadas (sobre todo a aquellas que son primerizas) para celebrar la próxima llegada del bebé, compartir un rato con las familiares y las amigas (no es exclusivo, pero suele ser una reunión femenina) más cercanas en torno a la idea del embarazo y la cercana maternidad y recibir algunos regalos con los que conseguir que el bebé disponga de toda la ropa y los accesorios necesarios nada más nacer. La protagonista, sin duda, es la mamá (además del bebé), por lo que un baby shower es una fiesta muy importante de cara a ese cambio tan importante en la vida de una mujer. Y normalmente se hace un par de meses antes de la llegada del bebé. Pero ¿quién se encarga de preparar esta fiesta?, ¿quiénes han de ser invitadas?, ¿de qué manera ha de correr la fiesta?, ¿dónde se hace y con qué decoración cuenta? A continuación, todas las respuestas:

Quién organiza el baby shower

Puesto que la mamá es la homenajeada, no es ella quien debe organizar el baby shower (aunque no tiene por qué ser una sorpresa y puede estar al tanto de la organización e incluso tener alguna opinión), pero tampoco una familiar, pues las invitadas no han de pensar que la familia está pidiendo regalos, sino que debe ser alguna amiga cercana o compañera de trabajo la organice la fiesta, aunque hoy en día también hay empresas especializadas que se dedican a ello. En cualquier caso, la idea y su desarrollo de un baby shower debe venir de alguien externo a la familia.

Lugar

Puesto que se trata de una pequeña reunión, y normalmente sin la presencia de niños (excepto el que está en camino), la propia casa de la homenajeada (para que se sienta cómoda y a gusto) es el lugar más apropiado, aunque si se trata de un sorpresa puede ser cualquier otra casa, ¡o incluso un jardín en el que sentarse cómodamente en la hierba!

Decoración

Un baby shower es una fiesta temática, por lo que la decoración está muy clara, aunque cada cual tiene sus gustos y una mayor o menor creatividad. En cualquier caso, es obvio que para la decoración tienen que primar los colores pasteles (rosas o azules, aunque últimamente se está perdiendo esta dualidad niño-niña), además de elementos y complementos relacionados con la maternidad y los bebés.

Invitados

Estas fiestas suelen ser bastante íntimas y pequeñas, pues ante todo la madre ha de sentirse a gusto, además de que no hay que poner a nadie en el compromiso de comprar regalos, sino que tiene que ser gente cercana que realmente quiera ofrecer una presente a la madre y al bebé que llegará en breve. Familiares, amigas muy cercanos y compañeras de trabajo, aunque un baby shower también puede ser mixto e incluir al padre, pero eso es una decisión personal. Las invitaciones pueden ser hechas a mano, de un modo original o incluso electrónicamente; lo importante es que incluyan el día, la hora y el lugar, además de algún medio de contacto para posibles contratiempos o dudas.

Juegos

¿Y qué hacer durante la fiesta? Contar con un pequeño piscolabis, refrescos o zumos naturales da para charlar sobre la futura madre y su embarazo, aunque sin duda también se pueden organizar juegos con los que divertirse: fotos de bebés de las asistentes para tratar de adivinar quién es quién, adivinar cuánto mide la cintura de la mamá o adivinar lo que se dibuja en una pizarra (siempre relacionado con los bebés) es una buena manera de pasar el rato.

Regalos

Y al final, como colofón, la entrega de los regalos para que a la mamá se le iluminen los ojos sobre todo lo que tendrá su bebé. Y también puede ocurrir al revés, que se ofrezca algún detalle a las asistentes sobre esta fiesta tan íntima y particular que celebra la llegada de una nueva vida.