Cuando golpeas a tu hijo…

Cuando golpeas a tu hijo (nalgada, cachetada, cinturonazo, chanclazo, coscorrón, pellizco, patada, puñetazo, etc) o lo insultas (gritos, ofensas, apodos, etc) le estás enseñando, por lo menos, 3 cosas:

  1. Cuando te desesperas, te enojas o te frustras porque las cosas no son como quieres o porque la gente no actúa como tu quieres, está “justificado” ser violento, golpearles u ofenderles.
  2. Cuando eres mayor o más fuerte que otra persona está bien golpearle o insultarle para que haga lo que tú quieres.
  3. Que las personas que te quieren te pueden golpear , lastimar , humillar, es decir ser violentos contigo, y que a pesar de eso debes de estar con ellos y quererlos.

Diversos estudios psicológicos han señalado la relación entre hijos maltratados y adultos maltratados. Es decir, sujetos que en su infancia aprendieron “esa forma de ser querido” suelen tener relaciones abusivas o violentas con sus parejas y sus pares. También se ha señalado la relación que existe entre ser víctima de maltrato familiar y convertirse en victimario en la edad adulta.

Recuerda que la violencia no es espontanea, es resultado de la desesperación no de la razón. Educar hijos puede ser una tarea muy desgastante por eso necesitas educarte en la paternidad leyendo libros, acudiendo a cursos y conferencias y pidiendo consejo profesional. Todos tenemos que aprender a ser padres, pero no tenemos porque aprender solos.