Espirales de calabacín a la marinera

Comer un buen plato de pasta suele ser deleite de muchos, pero quizás no siempre es la mejor opción en nuestra dieta. Hoy os traigo una alternativa más saludable y, sobre todo, más baja en calorías y llena de nutrientes que nada tendrá que envidiarle a unos buenos espaguetis. Para ello, nuestro ingrediente estrella será hoy el calabacín.

Nuestra receta de hoy consta de dos partes, ambas muy sencillas. Elaboraremos, por un lado, el plato en sí y, por otro, la guarnición con la que sazonaremos nuestra “pasta”.

  • En primer lugar, cocinaremos las almejas en una sartén a fuego bajo con un poco de aceite, ajo en polvo y un chorrito de vino blanco hasta que éstas estén totalmente abiertas.
  • Por otro lado, haremos el filete de salmón hasta que esté cocinado, y reservamos.
  • En otra sartén, rehogaremos las gambas, ya cocidas, con los tomatitos cherry cortados en mitades con un poco de aceite, sal y pimienta. Aquí simplemente haremos hasta que cojan calor.
  • Una vez caliente, añadiremos, sobre las gambas y los tomates, los espirales de calabacín. (Éstos puedes comprarlos ya hechos o hacerlos fácilmente en casa con un cortador en espiral). Añadimos un poco de ajo en polvo y rehogamos.

La particularidad del calabacín en espiral es que puede comerse crudo o hecho. Cuanto más calor le demos, más tiende a ablandarse, así que depende de cómo de “al dente” te guste la pasta para darle más o menos calor.

  • Cuando los espirales estén en el punto que deseas, antes de añadir las almejas y el salmón troceado por encima, añadiremos nuestra guarnición. En este caso hemos hecho un “majado” tipo salsa pesto italiana muy sencillo:

En una picadora, mezclaremos unas hojas de albahaca, o albahaca ya molida, 1 diente de ajo picado, perejil, un chorrito de vinagre de vino y una pizca de sal con un buen chorreón de aceite. Batimos y nuestro pesto casero estará listo en menos de 5 minutos.

  • Para acabar, deberemos echar esta mezcla sobre los espirales de calabacín, las gambas y los tomatitos. Una vez que esté todo bien mezclado, es el momento de incorporar las almejas, con y sin concha, y los trocitos de salmón.