¿Se puede prevenir el estrés?

El estrés es uno de los grandes males de nuestros días. Influye muy negativamente en nuestro día a día, generando problemas como la ansiedad o depresión, insomnio, trastornos del apetito, bajada de defensas, tics nerviosos, tensiones musculares, etc. Pero es que además cada vez se está confirmando más su influencia en enfermedades crónicas y degenerativas. Son motivos suficientes para prevenirlo.

En este artículo te explicamos qué puedes hacer para prevenir el estrés cuando empieces a notar los primeros síntomas o incluso antes, ya que es el mejor momento para atajar este problema sin tener que sufrir sus consecuencias.

Pero… ¿qué es el estrés?

El estrés es un estado de cansancio o agotamiento mental provocado por estar sometidos a una alta exigencia para rendir por encima de nuestras posibilidades. Esta exigencia puede proceder de otras personas o de nosotros mismos, consciente o inconscientemente.

El estrés conlleva trastornos físicos y mentales como los que hemos citado anteriormente y suele desencadenar, a la larga, múltiples enfermedades. En muchas ocasiones la enfermedad aparece precisamente cuando el estrés desaparece.

Estado de ánimo

Uno de los primeros síntomas del estrés son los cambios en nuestro estado de ánimo. Todos podemos tener un mal día o reaccionar mal ante alguna situación, pero cuando notamos que lo hacemos de manera recurrente, a veces sin motivo aparente, o incluso si nos lo advierten personas de nuestro alrededor, deberemos tener en cuenta que quizás estamos viviendo una situación que nos está sobrepasando.

Ejercicio físico

Antiguamente se trabajaban muchas horas al día pero el trabajo era mucho más físico en general. Con el paso de los años, el trabajo se ha intelectualizado cada vez más, y es precisamente aquí donde surge el estrés. Cuando el cuerpo está muy cansado se puede recuperar descansando, pero cuando es la mente la que está agotada, la recuperación no es tan sencilla. Además, en muchos casos la cabeza sigue trabajando durante la noche sin que podamos evitarlo, y por eso aparece el insomnio y el cansandio matutino.

El ejercicio físico es, en realidad, un regulador del sistema nervioso, y dejar de realizarlo puede empeorar una situación de estrés.

Cada persona deberá encontrar el tipo de ejercicio que más le convenga según su constitución, edad, ritmo de vida, etc. Puede ser ejercicio más intenso, como footing o ciclismo, o más relajado, como yoga o tai chi.

Trastornos del apetito

El aparato digestivo es muy sensible y suele verse afectado fácilmente cuando nuestro estado de ánimo no es bueno. Hay quienes sufren ardores o acidez, quienes no pueden comer porque se les cierra el estómago, quienes comen por ansiedad, quienes padecen estreñimiento, etc. Y si nuestra digestión no funciona correctamente, eso también repercutirá en nuestro bienestar y estado de ánimo. Por lo tanto, ante los primeros síntomas deberemos buscar los remedios naturales para nuestra molestia, y no dejar que vayan a más.

Cuidado con las defensas

Es muy habitual en personas que viven estresadas que cuando por fin tienen unos días de vacaciones o descanso, justo entonces les aparece una enfermedad: una gripe, un resfriado, una gastroenteritis, etc. Las defensas de nuestro cuerpo han estado manteniendo nuestro organismo mientras han sentido la situación de emergencia que implica el estrés, pero han disminuido en cuando el cuerpo se ha relajado.

Por eso, de manera habitual, durante los picos de estrés o justo antes de un periodo de descanso, recomendamos tomar alimentos y suplementos naturales que nos ayuden a subir las defensas:

  • Equinácea
  • Ajo
  • Cebolla
  • Polen
  • Propóleo
  • Limón
  • Vitamina C

Darse cuenta

Pero en definitiva, lo más importante para prevenir el estrés consiste precisamente en darse cuenta de que uno está sufriéndolo. Muchas personas a menudo dicen sentirse estresadas, pero lo cierto es que no es grave que hayan días con demasiado trabajo, sino vivir con la sensación de que uno no alcanza a cumplir lo que se espera de él. A veces una persona puede estar estresada por cuestiones personales o familiares; no siempre nos cuestiones laborales.

En el momento que uno se da cuenta debería revalorizar los objetivos que tiene, cuáles son sus prioridades, y de qué manera puede organizarse para conseguir cada día lo que se proponga, sin la necesidad de vivir cada día sobrecargado y frustrado.