- Cortar la cebolla fina en lunas o trocitos y empezar a freír en una sartén. Aquí uso una sartén de hierro colado para una transmisión de calor más lenta e intensa.
- Añadir shoyu o tamari al gusto.
- Dejar un tiempo a fuego lento hasta que salga el sabor dulce de la cebolla.
- Añadir el seitán y remover para que todo quede bien mezclado.
- Se puede acompañar de mijo con coliflor y pipas de girasol.