Sonrisa, vale más que mil palabras

¿Cuántas veces hemos escuchado que una sonrisa vale más que mil palabras? Y esta frase tiene mucho de verdad, pues cuando sonreímos, la mayor parte de las veces, es para demostrar afecto, aprobación, alegría, en fin, muchos sentimientos positivos, sin embargo, una sonrisa puede hacer por nosotros mucho más que sólo mostrar alguno de estos sentimientos.

Al sonreír se utilizan una gran cantidad de músculos faciales, hay estudios que dicen que son 26, pero en realidad hay muchos factores que hacen muy variable esta cantidad, lo que es cierto, es que, una sonrisa estimula estos músculos de diversas maneras.

Durante muchos estudios a mujeres embarazadas, se ha descubierto que incluso los fetos sonríen dentro del vientre materno, se hicieron experimentos en donde se pudo comprobar que el bebé “sonreía” al escuchar la voz de mamá. También se ha medido la cantidad promedio que sonríe un niño y un adulto, la diferencia me ha sorprendido, pues tomando como una media, un niño puede sonreír 400 veces en un día, mientras que un adulto sólo lo hace un promedio de 20 veces en el mismo lapso de tiempo. ¿Por qué dejamos de sonreír mientras más crecemos?

Quiero compartirles algunos de los beneficios de sonreír, quizá esto nos haga practicarlo más a menudo.

Beneficios de la sonrisa

  • Ser feliz. Hay una relación directamente proporcional entre la actividad cerebral y la reacción corporal. Cuando nos sentimos alegres, el cerebro envía a la cara la información correspondiente para que sonría, y lo hace. Pero también esto es un camino de doble vía, o sea, si nos sentimos contentos o felices, el cerebro le ordena a la cara sonreí pero, si sonreímos sin una razón, incluso fingiendo la sonrisa, el cerebro recibe esta información y “asume” que estás contento, por lo que comienza a segregar las hormonas de la felicidad. Lo que hace que el estado de ánimo sea de optimismo y positivismo. Así que, al poner esa mueca de sonrisa en la cara, lo creamos en nuestra mente, y el cuerpo entero reacciona, haciéndonos sentir, más felices.
  • Comparte felicidad. Además de hacernos sentir bien al sonreír, también le muestra a nuestro entorno el estado de ánimo positivo en el que estamos, no hace ver confiables, sociales, amables, alguien cercano. Y la sonrisa es contagiosa. A veces, al sonreírle a alguien desconocido, éste contesta con una sonrisa, ¡pruébalo! Te vas a sorprender de cuántas sonrisas recibes de gente desconocida. Por lo que, si sabemos que sonreír nos hace sentir bien, y que esto se contagia en nuestro alrededor, sonreír produce un efecto dominó de energía y sentimientos positivos.
  • Genera confianza. Como lo comenté antes, una persona que sonríe tiene una imagen de confiabilidad, se le percibe como alguien amable, cooperativo. Esto hace que la gente que recibe la sonrisa que generamos, nos vea de una forma más cercana y nos abre puertas de muchas formas.
  • Abre posibilidades. Cuando estamos bajo estrés, el sonreír nos ayuda a generar nuevas ideas. Ya que con altos niveles de estrés, tendemos a enfocarnos en el problema, sólo vemos eso, sin embargo, al sonreír, se expanden las opciones, ya que el cerebro libera sustancias que nos permiten entrar en un estado más relajado y esto nos da la posibilidad de ampliar nuestro enfoque, estimula la creatividad.
  • Seduce. La sonrisa es una poderosa arma de seducción, está relacionado con lo que he comentado de generar confianza y producir ese efecto de bienestar en los demás. La sonrisa resulta una comunicación no verbal atractiva en la mayoría de las veces.
  • Mejora la salud. Al sonreír se liberan endorfinas, que son hormonas relacionadas a la felicidad. También se libera serotonina, entre otras sustancias, las cuales están relacionadas al bienestar. Nos producen un estado de alegría, felicidad y esto se comparte con el cuerpo, reduciendo el estrés, nivelando la presión arterial. El chocolate, el sexo y hacer algo que nos da placer, también genera estas hormonas, por lo que sonreír nos puede llevar a una sensación de mejoría.