La Turquesa es un mineral de color azul verdoso.
Debido a su escasez, la Turquesa se torna en valiosa y es muy apreciada como piedra preciosa.
Tanto en joyería como para uso ornamental, la Turquesa ha sido utilizada desde hace miles de años, bien luciendo sola, como con otras gemas, que no solo no infravaloran la Turquesa, sino que realzan aún más su belleza, si cabe.
Todo es debido como ya he dicho a su escasez y por supuesto a su color, raro, bello e inigualable.
La Turquesa con el paso de los años no ha perdido su valor, por el contrario, ha ido creciendo en popularidad.
Esta circunstancia ha provocado que se introduzcan en el mercado imitaciones, algunas de ellas tan perfectas, que incluso a los expertos les resultan muy difíciles de detectar.
La Turquesa es muy frágil, su brillo ceroso y por lo general, opaco.
Aunque su color mayoritariamente es azul verdoso, existen Turquesas en tonalidades que abarcan desde el blanco, pasando por azul oscuro, azul celeste e incluso verde amarillento, todo depende de donde hayan sido extraídas.
Cuando la Turquesa tiende a un tono azulado es por causa de su alto contenido en cobre, sin embargo, cuando el color de la Turquesa se decanta hacia el verde, es debido a las impurezas del hierro o a la deshidratación.
Turquesa, como palabra, es de origen indeterminado y antiguo. Deriva del idioma francés “pierre turquoise” que se traduce como “piedra turca”. El nombre es extraño si tenemos en cuenta que en Turquía nunca hubo turquesas, solo comercializaban y comercializan con ellas. Posiblemente por causa de este mercado, se creó la confusión y se asoció la Turquesa a Turquía.
Los yacimientos de La Turquesa se encuentran de manera principal en regiones desérticas y su extracción suele ser por temporadas ya que sus yacimientos se encuentran lejos de zonas pobladas. Se hace manualmente y con muy escasa y a veces inexistente mecanización.
Las Turquesas se encuentran en los siguientes países: España (Cáceres, Murcia y Córdoba); Estados Unidos (Arizona, California, Colorado, Nuevo México y Nevada) Las tribus indias creaban y siguen haciéndolo en las reservas, verdaderas maravillas en joyería con las Turquesas; Irán, lleva al menos 2000 años siendo uno de los países más importantes en cuanto a abastecimiento de este mineral. Una de las Turquesas más cotizada es la denominada “color perfecto” y se encuentra en una mina ubicada en la cima de una montaña de 2012 metros llamada Ali-mensai; Península del Sinaí. Los antiguos egipcios ya utilizaban y apreciaban las Turquesas 3000 años a.C. Otros países donde la extracción y los yacimientos son menores: Afganistán, Australia China y Chile.
Las propiedades que se atribuyen desde hace siglos a las Turquesas son las siguientes: Protección. Purificación. Bienestar y Alegría.
Pertenece al signo zodiacal: Acuario.